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Kohunlich, en Quintana Roo, abrirá tres nuevas áreas monumentales, gracias al Promeza

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Además de trabajos de conservación y restauración, se trabaja en la habilitación de 1,359 metros lineales de senderos interpretativos

Sicom Noticias

El Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), desarrollado por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se aplica en 29 sitios de cinco estados del sureste y la península de Yucatán, para dar cuenta de la grandeza y la profundidad de la civilización maya. Por ejemplo, Kohunlich, en Quintana Roo, el cual aumentará su afluencia con el inicio de operaciones del Tren Maya y la apertura de tres nuevas áreas monumentales.

En la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, expuso los avances en la puesta en valor de esta antigua urbe maya, y presentó la escultura en piedra de un venado sacrificado, descubierta en fecha reciente en Xcalumkín, en Campeche, otra zona arqueológica beneficiada con el Promeza.

Con respecto a las tareas que se desarrollan en Kohunlich, mediante un video se detalló la importancia de este asentamiento, conformado por unidades habitacionales y complejos arquitectónicos cívico-ceremoniales, rodeados de tierras fértiles para el cultivo, en una extensión de 14 kilómetros cuadrados. Su primera ocupación data del periodo Preclásico Tardío (300 a.C.-250 d.C.), pero sus construcciones tempranas fueron cubiertas por edificios monumentales, en el Clásico Temprano (200-600 d.C.).

Durante este periodo se erigió el Templo de los Mascarones, decorado con ocho figuras moldeadas en estuco con policromía, en colores rojo y negro, sobre armazones de mampostería, de los que solo se conservan cinco. Su iconografía representa personajes de la realeza, ataviados con atributos relacionados con el sol. 

El Promeza protege estos imponentes rostros ancestrales de los efectos del intemperismo, con una minuciosa labor de investigación, mediante la utilización de avanzadas herramientas tecnológicas, a fin de entender los factores que ocasionan su deterioro y definir criterios y mecanismos para su conservación.

Fue entre 600 y 900 d.C., que Kohunlich alcanzó su máximo poblacional y durante ese periodo se edificaron la mayor parte de las estructuras que hoy pueden apreciarse, como la Plaza de las Estelas y los conjuntos de las Vías y Noroeste, las construcciones tardías de los complejos Pixa’an y de los 27 Escalones, que eran residencia de la elite.

Comparada con otras áreas arqueológicas mayas, el sitio fue tardíamente investigado. Su estudio sistemático empezó en la última década del siglo XX, con la intervención de un grupo de especialistas, encabezado por el reconocido arqueólogo Enrique Nalda. Además de los trabajos de conservación y restauración, con el Promeza se trabaja en la habilitación de 1,359 metros lineales de senderos interpretativos, con 153 cédulas explicativas, así como la apertura de tres nuevas áreas monumentales a la visita pública.

El titular del INAH sostuvo que Kohunlich es un notable ejemplo de las acciones que se llevan a cabo mediante el Promeza en 29 zonas arqueológicas de la región, “favoreciendo una mejor comprensión y el disfrute de las bellezas y testimonios de estas seductoras ciudades mayas; ello, sin contar la construcción o reestructuración de ocho museos de sitio y la edificación de Centros de Atención a Visitantes (Catvi) en una decena de estos”.

Por último, sobre las tareas del salvamento arqueológico en los siete tramos del Tren Maya, el antropólogo Diego Prieto Hernández concluyó que, al corte del 11 de enero de 2024, el INAH ha registrado y preservado 59,340 bienes inmuebles, correspondientes a cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos; 1,956 bienes muebles, principalmente objetos cerámicos, de los que se restauran 1,483; 1,420,174 tiestos, 699 osamentas humanas y 2,252 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos.