Aunque los teléfonos móviles ofrecen aplicaciones de calculadora, la confiabilidad de estos dispositivos no siempre es total. Aunque son rápidos y convenientes, pueden presentar margen de error en algunas ocasiones.
Andrea Casco
Las calculadoras se mantienen como una herramienta esencial en el ámbito académico y profesional, a pesar de los avances tecnológicos. En papelerías, aún se pueden encontrar calculadoras tanto tradicionales como científicas.
El precio de estas calculadoras varía según sus funciones y la marca de fabricación. Desde modelos compactos que caben en el bolsillo, con precios que oscilan entre los 28 pesos, hasta calculadoras más sofisticadas que pueden superar los 350 pesos y permiten realizar operaciones de mayor complejidad.
Aunque los teléfonos móviles ofrecen aplicaciones de calculadora, la confiabilidad de estos dispositivos no siempre es total. Aunque son rápidos y convenientes, pueden presentar margen de error en algunas ocasiones.
Recientemente, en redes sociales se ha difundido un vídeo que expone una discrepancia en el funcionamiento de la calculadora de los teléfonos móviles. Al sumar 50 + 50 y luego multiplicarlo por 2, la calculadora del celular arroja 150 en lugar de 200, como lo haría una calculadora tradicional.
Este caso demuestra que los dispositivos móviles realizan las operaciones de manera distinta. Primero realizan la multiplicación y luego suman, lo que genera una discrepancia en el resultado final.
A pesar de la conveniencia de utilizar dispositivos digitales, algunos usuarios señalan que es importante mantener la habilidad de realizar operaciones mentales, ya que cada día se vuelve más común depender de dispositivos electrónicos para realizar tareas simples como cálculos matemáticos.
