La columna de Adan Morales
En los últimos días, la calidad del aire en Puebla no es la aceptable, así lo arrojan las estaciones de monitoreo atmosférico de la zona metropolitana que registran contaminación que supera los parámetros de la Norma Oficial Mexicana (NOM).
Seguramente nos preguntamos ¿Qué es la calidad del aire?
Se refiere a la presencia de contaminantes y sustancias altamente perjudiciales en la atmósfera que afectan tanto a la salud humana como al medio ambiente.
Esta contaminación genera enfermedades, como congestión nasal, irritación de ojos, nariz y garganta; disminución en el transporte de oxígeno en la sangre; y lo más grave cáncer. Niños, adultos mayores y personas con enfermedades cardiovasculares son los más susceptibles.
Cuando menciono que es tarea de todas y todos contar una buena calidad del aire es la realidad, porque afecta principalmente a las urbes donde la industria, el parque vehicular y acciones humanas agravan de manera considerable el problema.
De acuerdo con el Gobierno Federal, el 92% de las personas que viven en ciudades no respiran aire limpio, panorama que empeora en algunas temporadas del año, por ejemplo de febrero a junio cuando se registran incendios forestales o en predios urbanos.
A mayor movilidad vehicular, incendios forestales y poca conciencia ambiental detona el riesgo de tener una mala calidad del aire. Monóxido de carbono, ozono, plomo, bióxido de azufre y óxido de nitrógeno son los principales contaminantes que respiramos.
¿Qué medidas debemos adoptar?
Son simples y necesarias que surgen desde la conciencia individual: Reducir el uso del vehículo particular, mantenerlo en óptimas condiciones con revisiones preventivas y correctivas; disminuir el uso de aerosoles, separar adecuadamente residuos y reutilizar la mayor cantidad posible; preservar zonas verdes que funcionan como generadores de oxígeno también es la clave para reducir los contaminantes.
EL DATO EXTRA
Especialistas ambientales señalan que nuestro futuro está en el aire, frase que tiene varias razones por las cuales debemos reflexionar porque también tenemos encima el cambio climático. Así es que a modo de retrospección hagamos conciencia en ¿dónde estamos y hacia dónde vamos? porque aun cuando están en marcha políticas públicas éstas serán fallidas si no actuamos desde lo más básico, nuestro hogar.
