El INAH y el Sinafo reconocen su acercamiento único a creadores y objetos, a partir de los cuales han creado una narrativa y un mundo propios.
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A los fotógrafos Rogelio Cuéllar (Ciudad de México, 1950) y Patricia Lagarde (Ciudad de México, 1961) les gusta merodear sigilosamente en mundos ajenos. Cuéllar explora los gestos más reveladores de creadores y creadoras, mientras que Lagarde detecta el realismo mágico detrás de los objetos más insospechados.
Por su acercamiento único a esos sujetos-objetos, a partir de los cuales han creado una narrativa y un mundo propios, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), ha conferido la Medalla al Mérito Fotográfico 2023 a ambos artistas.
La entrega del reconocimiento se llevará a cabo el 24 de agosto de 2023, durante la inauguración del 24º Encuentro Nacional de Fototecas, a celebrarse, como ya es tradición, en Pachuca, Hidalgo, ciudad sede de la Fototeca Nacional del INAH.
Aunque se inició como fotógrafo en 1967, Rogelio Cuéllar ha enfocado las últimas tres décadas de su trayectoria, casi exclusivamente, al retrato de creadoras y creadores de la literatura, las artes plásticas, el teatro y la música, sobre todo, de México y Latinoamérica, nacidos entre 1900 y 1980.
Como becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte, ha avanzado significativamente en la clasificación de su acervo. Hasta el momento, aproximadamente 20,000 negativos, donde están capturados más de 1,000 personajes, entre ellos, los escritores Renato Leduc, Carlos Pellicer, Efraín Huerta, Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elena Garro, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Mario Benedetti, y los nobeles Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
Cuéllar formó parte del equipo fundador de la revista Proceso, así como del diario La Jornada. Ha confeccionado innumerables ilustraciones para libros y centros culturales, y ha publicado los libros Huellas de una presencia (1981), El rostro de las letras (1997), De frente y de perfil (1993) y Entre la historia y la memoria (2003).
En 2006, recibió la beca del Programa de Intercambio de Residencias Artísticas, México-París, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), y la Cité Internationale des Arts. Así como los premios Blocksberg a la Paz por Innovación y Creatividad, que otorga la Fundación XART, de Estados Unidos; y al de Periodismo Cultural Fernando Benítez, en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, en 2012.
Por otra parte, la obra de Patricia Lagarde se caracteriza por tomar la dimensión épica del tiempo, una noción excesiva y circular que se encuentra en las narrativas más conspicuas del realismo mágico, y someterla a una experiencia íntima, como en el laboratorio del alquimista, un gabinete de curiosidades o una colección de antigüedades.
Seres y objetos que han sido tocados, usados o abandonados: insectos, juguetes, mapas, esferas, instrumentos, ropa, reproducciones de obras de arte, fotografías y textos son los motivos personales más recurrentes a lo largo de su carrera, de los cuales captura su “aura”, resultado de la forma en que el tiempo los ha observado.
En sus imágenes se confunde lo colosal y lo diminuto. Lo ajeno se vuelve propio, se invierten las jerarquías de lo imaginario y lo real, y pierde relevancia el significado de utilidad.
Su obra ha sido admirada en diversos recintos del país, como los centros de la Imagen y Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, y los museos de Arte Moderno, Carrillo Gill y de Historia Natural, entre otros; y fuera de nuestras fronteras, ha expuesto en Estados Unidos, Canadá, Polonia y Hong Kong.
Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, y ha sido acreedora a diversos premios y reconocimientos, entre ellos, en dos ediciones de la Bienal de Fotografía en México.
