Contáctanos

Sicom opina con...

Reflexiones, periodismo con historia | Kamafruta, la conspiración

Publicado

Miguel Ángel García Muñoz

La semana que pasó se dio una de tantas reuniones conocida como la conspiración de los frustrados.

Lugar: restaurante “Kamafruta”.

Desayuno: todo lo que se les viene en gana para darle sabor al café y pan.

Tema: “No lo dejaremos gobernar”.

Destinatario: se los dejo a su imaginación.

Protagonistas: Ignacio Mier Velasco, Enrique Doger Guerrero, Lauro Castillo Sánchez, Iván Galindo Castillejos y uno que otro indiscreto que no está de acuerdo en la trama descarada.

Rol secundario: los embozados pululan destilando veneno, aceptando ofrecimientos de dinero y espacios.

Contexto

Supuran por la herida del fracaso al no haber podido adueñarse de las riendas políticas de la entidad.

Nacho, siempre presumiendo de su cercanía presidencial y soltando dinero a manos llenas que lo tienen todavía con deudas. Enrique Doger azuzando para adueñarse de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, utilizando a sus contactos internos y desde ahí combatir con recursos y grupos de choque. Lauro Castillo, ex síndico municipal del ex edil, ufanándose de parar cualquier bronca jurídica. Iván Galindo, fungiendo como correo para que los cabecillas pasen desapercibidos.

¿Hay más involucrados?

Por supuesto.

Antorcha Campesina está metida en el plan, pero solamente en el papel de carne de cañón, porque la organización de Aquiles Córdova Morán nunca podría adueñarse de la máxima casa de estudios, pero sí negociar.

Los jerarcas conspiradores son otros.

Enrique Doger ya lo hizo una vez en 2004 siendo alcalde. Dolido por no conseguir la candidatura mayor, se lanzó a una revancha, librándose encuentros brutales que todavía tienen regados algunos heridos en el campo de batalla.

Evidencias y objetivos

Hay evidencias de que algunos lúgubres personajes con intereses en la universidad recibieron muchos millones de pesos para impulsar la campaña de Ignacio Mier. Propaganda en bardas, espectaculares, revistas, televisión, radio y medios de comunicación impresos, además de maletines de dinero y promesas para empresarios.

Eso no es secreto; es cuestión de refrescar la memoria.

Nunca han tenido la intención de llevar una buena relación con el gobierno ni con la rectoría. Solo han fingido.

Creen que las influencias de Doger son suficientes, seguros de contar con el apoyo de exrectores. Pero la institución no es un botín ni un búnker alemán desde el que se puede planear adueñarse de Puebla.

Le han faltado el respeto a la BUAP y a su rectora Lilia Cedillo, alimentando un conflicto interno que pudo resolverse sin mayores problemas.

Hombres sin honor, actuarán con hipocresía y clavarán el puñal de la traición.

Colocan a sus huestes rumbo a la elección de 2027 y velarán armas para 2030.

Pero primero, es crear la desestabilización, incendiar Puebla y, desde lo alto de la iglesia de La Compañía, junto al Carolino, tocar el arpa como Nerón.

POSDATAS

1. Lauro Castillo Sánchez quiso retornar en 2013 como síndico en la planilla de Enrique Agüera Ibáñez, cuando el exrector competía por la alcaldía de Puebla frente a Tony Gali Fayad. Se asegura que entregó la plaza antes de tiempo al pupilo de Rafael Moreno Valle Rosas. Revisen la planilla de Agüera de ese entonces, eso podría arrojar otras luces.

2. Otra vez surge el nombre de Alfonso Esparza Ortiz como abusador de los dineros de la BUAP. La Auditoría Superior del Estado le tiene echado el ojo desde hace mucho, porque todavía tiene pendientes por el asunto del equipo de fútbol Lobos. ¿Está ajeno Esparza al nuevo conflicto universitario?

3. La Asamblea General de Estudiantes de la BUAP desmiente que Antorcha Campesina esté detrás de su movimiento.

¿A quiénes representa esa asamblea?

Después de tres años de elogios al trabajo rectoral, a sus logros científicos y académicos, desatando el furor de la reelección de Lilia Cedillo, de repente han convertido a la institución en lo peor de la educación media y media superior, desestimando su prestigio y autonomía.

Conspiración pervertida en su máxima expresión.