El consumo excesivo de cafeína, refrescos, alcohol, tabaco, así como realizar ejercicio por las noches, puede alterar la función cerebral y por consiguiente la calidad en el sueño.
Redacción
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla recomienda a la población en general autovigilar la calidad del sueño, si se observan afectaciones visibles en la calidad de vida por falta de sueño, deben acercarse a los especialistas para ser valorados, comentó la médico cirujano otorrinolaringóloga de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) del IMSS en Puebla, doctora Coral García Serrano.
El sueño es una necesidad básica de nuestro organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia. Todo lo que sucede en el cuerpo humano guarda un equilibrio, si no se tiene una restauración adecuada de los tejidos durante el sueño, se podrán tener repercusiones en la salud posteriormente, enfatizó la especialista.
Son cuatro etapas las que conforman el sueño, la primera es la inducción del sueño (adormecimiento) y la segunda es la del sueño ligero ambas preparan al organismo para dormir, la tercera es la de transición a sueño profundo (sueño MOR) se recuperan las funciones cerebrales, como del organismo, se producen hormonas y células regenerativas que fortalecen a nuestro sistema inmunológico, por último la cuarta etapa (Delta) donde se regenera el cerebro.
Existen aproximadamente 100 trastornos derivados de la falta de sueño; algunos de los más destacados son:
· Insomnio. La imposibilidad de dormir a horas adecuadas, y lo suficiente.
· Roncopatía. La emisión de ronquidos como consecuencia de una obstrucción de las vías respiratorias superiores.
· Hipersomnia. La tendencia al sueño con una facilidad excesiva para conciliar el sueño durante el día.
· Trastornos del ritmo circadiano. Principalmente se da en los jóvenes, debido a los aparatos móviles y otros dispositivos no cumplen con las horas de sueño o consiguen el sueño a altas horas de la madrugada.
· Parasomnias. Alteraciones variadas, como rechinido de dientes, producción de orina excesiva por la noche, hablar dormidos o sensación de caer al precipicio; son más típicas en la infancia o adolescencia., entre otras.
Actualmente, debido a la COVID-19, algunos motivos por los que se están presentando alteraciones del sueño son, altos niveles de estrés, deudas económicas, pérdida de familiares, amigos o conocidos, provocando el deterioro de la calidad del sueño y también baja el sistema inmunológico.
Además, el consumo excesivo de cafeína, refrescos, alcohol, tabaco, así como realizar ejercicio por las noches, puede alterar la función cerebral y por consiguiente la calidad en el sueño ya que están íntimamente relacionados, puntualizó García Serrano.
Por último, la doctora agregó que existen un conjunto de recomendaciones y hábitos idóneos para conciliar el sueño, mejor conocidos como Higiene del Sueño. Algunas de estas recomendaciones son, tener una habitación limpia, ordenada, con la comodidad adecuada para lograr descansar y conciliar el sueño.
Dentro de lo posible evitar dormir con el televisor, radio o celular encendidos para evitar confundir al cerebro y dormir las 8 horas mínimas recomendadas.
El IMSS recomienda asistir en primera instancia a las Unidades de Medicina Familiar (UMF) para ser valorados y recibir la atención multidisciplinaria con médicos especialistas y dependiendo del diagnóstico, se determine el tratamiento u operación que sean idóneos para dar seguimiento a cada caso.
