Nuevo informe de la ONU señala el camino hacia dietas más asequibles y sostenibles en Asia y Europa. Es necesario abordar algunos acontecimientos para evitar retrocesos.
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En Europa y Asia Central, la actual pandemia de COVID-19 y el estallido de la guerra en Ucrania someten a una enorme presión la seguridad alimentaria y la nutrición saludable. Los precios de los alimentos alcanzaron su punto máximo, lo que plantea un desafío para los responsables de la toma de decisiones para garantizar que nadie se quede atrás.
El informe ofrece nuevos datos y análisis de las tendencias regionales y el progreso realizado para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) del Hambre Cero; e incluye estudios sobre la creación de marcos de políticas que hacen que las dietas saludables sean más asequibles; y los sistemas agroalimentarios más sostenibles desde el punto de vista ambiental en la región de Europa y Asia Central.
Aprovechando las cifras y recomendaciones contenidas en el informe, los países deberían estar en condiciones de ayudar a los pequeños agricultores; las comunidades rurales y todos los actores a lo largo de la cadena de valor alimentaria; además de ayudar a los pobres y vulnerables a través de programas holísticos, como se prevé en los ODS.
Seguridad alimentaria y nutricional en la región
A pesar de los impactos de COVID-19 y la guerra en Ucrania, los datos y las tendencias de los últimos años pintan una imagen más alentadora de la situación de la seguridad alimentaria y la nutrición en Europa y Asia Central. La región en su conjunto se encuentra en una posición mucho mejor que en otras partes del mundo; pero es necesario abordar algunos acontecimientos para evitar retrocesos.
El informe estima que la prevalencia de la subalimentación en el mundo aumentó al 9,9 por ciento en 2020 y aumentó aún más desde entonces; mientras que el promedio de los más de 50 países de Europa y Asia Central se ha mantenido por debajo del 2,5 por ciento en los últimos años. Aunque en algunas partes de la región, la proporción de la población definida como desnutrida está creciendo, y es probable que continúe haciéndolo;se espera que el promedio regional se mantenga por debajo del 2,5 por ciento.
El costo de una dieta saludable aumentó en casi todos los países de Europa y Asia Central debido a los precios más altos de los alimentos para el consumidor. Aun así, con algunos países como excepciones, la mayoría de las personas en la región (aproximadamente el 96,4 por ciento) podría permitirse una dieta saludable; en comparación con el promedio mundial del 58,0 por ciento en 2020.
Garantizar dietas saludables y sistemas agroalimentarios sostenibles: ONU
Al repensar las estructuras actuales de apoyo agrícola, incluso se puede alentar el consumo de productos alimenticios saludables; principalmente frutas, verduras y legumbres, sugiere el informe de las Naciones Unidas.
Pero no solo las políticas agrícolas deben participar a la hora de establecer el marco para sistemas agroalimentarios más saludables y sostenibles, equitativos y eficientes. Es necesario complementar las políticas que están fuera de los sistemas agroalimentarios, incluida la salud; la protección social; el comercio y el medio ambiente, para garantizar que los esfuerzos de reutilización tengan un impacto en la región.
Especialmente con respecto a la sostenibilidad ambiental y una mayor reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; los responsables de la toma de decisiones deben pensar de manera integral y facilitar la aplicación de tecnologías y prácticas basadas en la ciencia; climáticamente inteligentes y eficientes energéticamente a lo largo de las cadenas de suministro de valor agroalimentario. Sobre todo, señala el informe, es clave que todos los esfuerzos tengan en cuenta las circunstancias locales y respeten el principio de participación para tener éxito.
