Multitudinaria procesión de Viernes Santo conmueve a Puebla en el marco del Año Jubilar

La procesión inició formalmente a las 12:29 horas, recorriendo las calles del Centro Histórico. Desde balcones, restaurantes y aceras, miles de personas observaron con devoción el paso de las siete imágenes.

Sicom Noticias

Con gorras, sombrillas y plegarias, miles de fieles católicos se congregaron este Viernes Santo en el primer cuadro de la ciudad para presenciar una de las tradiciones más significativas de la Semana Santa en Puebla: la solemne Procesión de las Siete Imágenes, que partió al mediodía desde la Catedral Basílica.

Desde temprana hora, las calles del Centro Histórico comenzaron a llenarse de creyentes y turistas que buscaban un lugar para contemplar el paso de las imágenes religiosas, algunas de ellas con más de tres siglos de historia. A las 11:22 horas inició la llegada de las representaciones, siendo la primera el Jesús de la Misericordia, proveniente del templo de la Compañía, cuya participación fue solicitada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa desde 2022.

Minutos después, al son lastimero de las matracas, apareció la Virgen de los Dolores, del templo del Carmen, una imagen del siglo XVIII que despierta fervor por su advocación mariana. A las 11:36 hizo su arribo Jesús Nazareno de Analco, una figura histórica que remonta a la fundación de la ciudad, cuando indígenas fueron traídos por los españoles para edificar Puebla.

???? La Virgen de la Soledad, del templo que lleva su nombre, llegó a Puebla hace más de 300 años. Es una imagen del siglo XVII y una de las más veneradas en el Sagrario Metropolitano.

Vía @Phablo_Arh

???? #SicomNoticias pic.twitter.com/uyd5tdmQAb

— Puebla Noticias en Sicom (@SicomNoticias_) April 18, 2025

A las 11:51 se presentó una de las más esperadas: la Virgen de la Soledad, del templo homónimo. Con más de 300 años en suelo poblano, es la única imagen cargada exclusivamente por mujeres, quienes cubren su rostro con una delicada tela negra, acompañadas por el retumbar solemne de los tambores. Poco después, el Santo Niño Doctor de Tepeaca se abrió paso entre la multitud, acompañado por fieles de su municipio, quienes lo veneran como intercesor para aliviar enfermedades.

A las 12:14, la Cofradía de Nazarenos, una de las más grandes de la ciudad, fue recibida con aplausos. Sus integrantes, vestidos con túnicas negras, capirotes y bandas rojas, cargaron dos de las imágenes más veneradas por los poblanos.

La procesión inició formalmente a las 12:29 horas, recorriendo las calles del Centro Histórico. Desde balcones, restaurantes y aceras, miles de personas observaron con devoción el paso de las siete imágenes: Jesús de la Misericordia, Virgen de los Dolores, Jesús Nazareno de Analco, Virgen de la Soledad, Santo Niño Doctor de Tepeaca, Señor de las Maravillas y una séptima imagen emblemática.

El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa destacó que esta edición de la procesión se realiza en el contexto del Año Jubilar, con la apertura de las Puertas del Perdón. Además, por primera vez se colocó una zona especial para adultos mayores y personas con discapacidad, lo que permitió su participación más cercana en este acto de fe colectiva.

Ver en Threads

La Hermandad del Santo Niño Jesús Doctor de los Enfermos encabezó la procesión, recibiendo muestras de cariño por parte de los fieles, quienes entre porras y rezos lo veneraron con profunda devoción. A las 12:44, la Virgen de la Soledad volvió a aparecer entre la multitud, reafirmando su simbolismo como protectora del pueblo poblano. A las 12:56, Jesús de la Misericordia retomó su paso acompañado por las cofradías que dan fuerza al recorrido.

El segundo momento de la procesión se desarrolló en la intersección de la Avenida 11 Norte-Sur y Reforma, antes del regreso a la Catedral. La imagen de Jesús Nazareno, a las 13:09, recorrió las principales calles cargada por la cofradía más grande del estado. Cuatro minutos después, el Señor de las Maravillas fue recibido con júbilo, reafirmando su lugar como una de las devociones más queridas por los poblanos.

La procesión de este 18 de abril dejó una profunda huella de fe, identidad y tradición en el corazón de Puebla, reforzando su legado como una de las celebraciones religiosas más representativas del país.