Los flujos financieros internacionales en materia de adaptación para los países en desarrollo son entre cinco y diez veces inferiores a las necesidades estimadas y la brecha sigue aumentando.
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A medida que se agravan los efectos del clima en todo el mundo, los países deben aumentar considerablemente la financiación y la aplicación de las medidas destinadas a ayudar a las naciones vulnerables a adaptarse a la adversidad climática, destaca un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El estudio concluye que los esfuerzos globales en la planificación, financiación e implementación de las medidas de adaptación no están a la altura de los crecientes riesgos climáticos.
Los flujos financieros internacionales en materia de adaptación para los países en desarrollo son entre cinco y diez veces inferiores a las necesidades estimadas y la brecha sigue aumentando.
“Las necesidades de adaptación (al cambio climático) en los países en desarrollo se dispararán hasta los 340.000 millones anuales en 2030. Sin embargo, el actual apoyo a las medidas de adaptación representa menos de una décima parte de esa cantidad”, afirmó el Secretario General de la ONU, en una declaración con motivo de la publicación del Informe.
El informe concluye que unir inicialmente las medidas de adaptación y mitigación junto a la planificación, la financiación y la ejecución puede mejorar los beneficios conjuntos.
