Por: Andrea del Pilar Casco Meneses.
EL 16 de abril de 2024, Puebla cumple 493 años desde su fundación.
La ciudad se creó 10 años después de la conquista de México-Tenochtitlán, y nace como una República de españoles.
La corona le encomendó a Juan de Salmerón la búsqueda de un lugar adecuado para fundar una ciudad que contara con abundancia de agua para que fuera salubre, esto sirviera como fuente de energía, también requeriría de muchos materiales para la construcción y la suficiente mano de obra indígena para edificarla.
La elección del terreno se dio en el Valle Cuetlaxcoapan, que significa el lugar donde las serpientes cambian de piel, una zona despoblada en aquel entonces.
En 1531 Fray Toribio Paredes, originario de Benavente, España, a quien los nativos de México llamaron “Motolinía” concretó la fundación, en lo que actualmente conocemos como la zona de San Francisco y que aún puede reconocerse la primera ermita a la que llegaron los franciscanos.
Sin embargo, pocos meses después la naturaleza desafió el carácter de sus habitantes. Fuertes lluvias y deslaves destruyeron los asentamientos originarios, desbordándose el río San Francisco hoy en día entubado bajo el Bulevar Héroes del 5 de Mayo, trasladándose al Centro Histórico.
Desde su traza urbana tiene una concepción pensada como emparrillado, tablero de damero o ajedrezado cuyas manzanas son de un formato rectangular y calles con eje cardinal de Norte a Sur y de Oriente a Poniente.
El 20 de marzo de 1532, doña Isabel de Portugal, reina gobernadora de España, otorgó la cédula a la población bajo el título “Ciudad de los Ángeles”, con ello se les concedió a sus habitantes no pagar contribuciones durante 30 años.
El 20 de julio de 1538 se concedió el “Escudo de Armas” por el emperador Carlos V en donde se puede observar una ciudad amurallada con cuatro torres y una en el centro, tres portadas, tal y como se menciona en el libro de “las revelaciones” en la parte superior el emblema dice: “Karols V” y cuenta con una filacteria en la que puede leerse en español:“y Dios mandó a sus ángeles para que te custodiasen en todas sus calles”.
Desde 1987, Puebla es Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la Biblioteca Palafoxiana es Memoria del Mundo y su archivo es importante porque cuenta con la documentación desde el origen.
La historia está viva en puebla. Vive en cada esquina, en cada barrio, en cada calle, en cada uno de nosotros orgullosos herederos de un patrimonio trascendental.
