El gesto alegró a los niños y sus familias, quienes agradecieron a los jóvenes por mantener viva la tradición y la fe en Puebla.
Juan Pablo Ramírez
Este lunes 6 de enero, las calles del Centro Histórico de la capital poblana se llenaron de alegría y esperanza gracias a un grupo de jóvenes altruistas que, vestidos con pijamas, disfraces, botargas e inflables, recorrieron la ciudad para entregar juguetes a niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
La iniciativa buscó alcanzar a quienes, por diversas razones, no recibieron la esperada visita de Melchor, Gaspar y Baltasar en sus hogares. Con sonrisas y corazones abiertos, los jóvenes llevaron la tradición de los Reyes Magos a cada pequeño que encontraron, demostrando que la solidaridad puede mantener vivas las costumbres y la ilusión en esta fecha tan especial.
“Queremos que ningún niño pierda la esperanza y que este día sea mágico para todos, sin importar su situación”, expresaron algunos de los organizadores mientras repartían juguetes.
El gesto no solo alegró a los niños, sino también a sus familias, que agradecieron la labor de los jóvenes al contribuir a que la tradición y la fe sigan siendo una parte importante de la infancia en Puebla.
Este tipo de actividades refuerzan el espíritu comunitario y recuerdan la importancia de mirar hacia quienes más lo necesitan, especialmente en fechas significativas como el Día de Reyes.
