A pesar de que la víctima estaba desarmada, los tres policías utilizaron, al parecer, gas pimienta y gas lacrimógeno, y metieron al hombre en el maletero de su coche. Murió poco después.
Redacción
Expertos de la ONU en derechos humanos han pedido al gobierno de Brasil “reformas amplias” para poner fin a la violencia policial que ha dejado al menos 23 personas muertas recientemente.
Los relatores piden “desmilitarizar todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley y abordar enérgicamente el racismo sistémico y la discriminación racial”.
El 25 de mayo de 2022, las fuerzas de seguridad brasileñas dispararon indiscriminadamente durante una redada en la favela Cruzeiro, en Río de Janeiro, matando al menos a 23 personas, entre ellas niños, la mayoría de los cuales eran afrobrasileños.
Al día siguiente, la policía detuvo a un afrobrasileño con un trastorno mental que circulaba en moto en Umbaúba. A pesar de que la víctima estaba desarmada, los tres policías utilizaron, al parecer, gas pimienta y gas lacrimógeno, y metieron al hombre en el maletero de su coche. Murió poco después.
“Estos impactantes informes sugieren un desprecio desmedido por la vida humana”, dijeron los expertos.
“Los últimos informes sobre brutalidad policial parecen mostrar que estas violaciones de los derechos humanos continúan impunemente”, sostienen, reiterando su llamamiento para que se recurra a la fuerza solo “cuando sea estrictamente necesario para proteger la vida o evitar lesiones graves ante una amenaza inminente”.
