Contáctanos

Cultura

Búsqueda, intuición y movimiento, ejes fundamentales del taller de teatro “Las Casas”

Publicado

En esta propuesta escénica, el actor tendrá el rol de jugador, ya que debe tener una habilidad muy especial de comunicación y de contacto con las infancias, porque de ello dependerá el desarrollo de la historia.

Redacción

Originaria de Guadalajara, Jalisco, Darinka Ramírez es una artista escénica, narradora oral y directora teatral que llegó a Chiapas hace 11 años, para compartir el teatro como una herramienta creativa y social.

Darinka, egresada en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de Baja California, con especialidad en Danza y artes escénicas balinesas por el Instituto de Artes de Indonesia (ISI Denpasar), comenta en entrevista que llegó a Chiapas a realizar un voluntariado en teatro; ahí se percató de la poca oferta de artes escénicas, sobre todo en el área formativa, esto la motivó a instaurar un taller dedicado a la investigación y enseñanza con artistas profesionales, mujeres, niñas y niños.

Así, en 2014 fundó el taller de teatro “Las Casas” asentado en el Teatro Daniel Zabadúa, que migró a La Casa de la ciudad: La Enseñanza y, actualmente, se encuentra en el Centro Cultural del Carmen, perteneciente al Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas. Este espacio ha logrado interesar y formar a nuevas generaciones en narración oral, teatro del cuerpo, dramaturgia, danza y teatro, bajo los principios de búsqueda, intuición y movimiento, afirma.

La trayectoria académica de la artista escénica se complementa con su participación en diversos festivales, talleres, ponencias, encuentros de teatro, narración oral y danza en Brasil, Nicaragua, Indonesia, El Salvador, Vietnam, Estados Unidos, Nueva Zelandia, entre el 2011-2019, lo que le ha valido para fusionar técnicas que le permiten potenciar el lenguaje teatral y explorar la corporalidad, voz, creatividad, trabajo en equipo y entrenamiento físico de los involucrados.

Como ejemplo de esta fusión, Darinka revela que, derivado de un laboratorio de creación-investigación escénica, convocado en 2019 surge Caites o el des-tiempo de los oficios a olvidar, proyecto que obtuvo apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales en el rubro de Jóvenes Creadores-Dirección escénica 2018-2019. En dicha obra se utiliza el teatro del cuerpo, la danza-teatro-máscaras (balinesas-locales) y diversas cualidades de movimiento.

“En este montaje trabajamos historias de vida, oficios familiares y también los oficios de la comunidad de San Cristóbal de Las Casas; obteniendo como resultado una obra de reflexión sobre la memoria, el olvido, los aprendizajes que tuvimos en la infancia y sobre lo que indudablemente va muriendo como nosotros mismos y nuestros recuerdos”, explica.

Además, el taller de teatro “Las Casas” tiene diferentes perfiles desde donde se trabaja con actrices, actores profesionales, niñas y niños y, a partir de 2015, el trabajo con mujeres, lo que, a decir de la directora, les permite explorar otras inquietudes corporales y temáticas, esto abre un importante diálogo para trabajar desde la intimidad.

Las Casas”, que a la fecha ha montado en total 14 obras teatrales, está trabajando en una propuesta dirigida a la primera infancia “en los últimos años a nivel nacional ya se está prestando atención a este público, pero aquí, en Chiapas, es un campo virgen completamente, lo sé ahora que soy mamá de dos pequeñas a las que llevo a funciones de teatro, pero no son obras aptas para ellas, es por ello que quiero incursionar en este terreno”, explica.

Por ello trabajan en la obra Lum, dirigida a infantes de 0 a 6 años, cuya intención es estimular el imaginario y que esta audiencia pueda explorar en la escena, a través de sus sentidos, pues tiene que ver con una provocación estética, más que contarles una historia, comenta la entrevistada.

“La duración de la obra es de 30 minutos y aquí lo importante será detonar una buena experiencia en esta primera etapa de vida, lo que puede determinar a futuro el gusto por las artes escénicas”, recalca la directora. 

En esta propuesta escénica, agrega, el actor tendrá el rol de jugador, ya que debe tener una habilidad muy especial de comunicación y de contacto con las infancias, porque de ello dependerá el desarrollo de la historia.

“Va a haber niños que van a estar llorando, jugando o tomando teta, es decir, se presta a otro tipo de espacio de inclusión porque el espectador es activo y dependiendo de su reacción se irán modificando muchas cosas, pero siempre siguiendo el hilo conductor base”.

Entre otros logros, la artista escénica Darinka Ramírez ha representado a Chiapas en la Muestra Regional de Teatro Hecho por niños y niñas 2013, teniendo múltiples funciones en el país. Ha sido becaria del gobierno de Indonesia y Coneculta Chiapas para estudiar danza en Bali, por Rotary International para realizar estudios en Alemania, por la Universidad Autónoma de Baja California para estudiar en la Universidad de Brasilia, además de que obtuvo el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) en dos emisiones, en dramaturgia y puesta en escena, así como el Apoyo de Teatro Escolar Chiapas 2018 dirigiendo Los cuervos no se peinan.