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Betuky, la historia de una persona no binaria quien ha luchado contra la discriminación

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Betuky se considera una persona que lucha en favor de la comunidad, porque aun cuando Puebla cuenta con un marco jurídico que respalda varias de sus decisiones, persiste la discriminación.

Adan Morales

A mí me ha costado mucho, yo viví discriminación por parte de mi familia yo estuve dos años fuera de casa porque mi papá no me aceptaba no”, eso expresa Betuky Camacho, quien se define como una persona no binaria; es decir, no se identifica exclusivamente como hombre y/o mujer, situación que le orilló a salir de su natal San Salvador El Verde, Puebla.

Actualmente, ostenta un cargo público en la administración de la gerencia del Centro Integral de Servicios de San Javier en la capital poblana. Reconoce que las políticas públicas gubernamentales para este sector de la población son eficaces.

“Puedo decir que el gobierno sí es incluyente desde Miguel Barbosa que dejó un gobierno incluyente y ahorita con Sergio Salomón Sergio Salomón lo sigue trabajando y sí ya tenemos voz y voto y espacio también”.

En México, la población LGBTTTIQ+ asciende a 5 millones, lo que representa el 5.1 por ciento de la población de 15 años y más, en Puebla la cifra es del 5.4 por ciento, colocando al estado en la sexta posición a nivel nacional con más diversidad sexual. Así lo arrojó la Encuesta Nacional de Diversidad Sexual y de Género 2021.

Betuky se considera una persona que lucha en favor de la comunidad, porque aun cuando Puebla cuenta con un marco jurídico que respalda varias de sus decisiones, persiste la discriminación.

“Fijante que todavía para los poblanos todavía le es difícil ver a una persona “como ellos lo llaman” con ropa de mujer, entonces sí ha costado mucho, pero estamos en la lucha, estamos trabajando en esa visibilización, esa aceptación”.

En noviembre de 2020, el Congreso del Estado aprobó el matrimonio igualitario, convirtiéndose en la entidad número 19 en reconocer la unión de personas del mismo sexo, dos años después, Puebla obtuvo otro logro, se ubicó como el noveno estado que prohíbe terapias de conversión, el Poder Legislativo avaló castigos de uno hasta tres años de prisión a quienes apliquen tratamientos psicológicos, psiquiátricos o religiosos para cambiar la orientación sexual de la persona.

“Hay que hacer conciencia, hay que tocar corazones, mentes, almas para que puedas entender que el amar #amoresamor lejos de fijarte en la persona, en lo que viste, sus gustos dejar ser a la persona como es y ser libre y amar”, finalizó.