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Internacional

La lucha de las mujeres indígenas contra la discriminación y el racismo

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En el marco del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, Noticias ONU habla con dos lideresas guatemaltecas para conocer cómo trabajan para poner fin al racismo y la violencia en un Estado donde, dicen, las élites no permiten el reconocimiento de la diversidad.

Sicom Noticias

El padre de Juana Sales Morales  nunca fue a la escuela, pero aprendió a leer y a escribir por sus propios medios. Durante el conflicto armado en Guatemala, se refugió en México juntos a otras personas del pueblo indígena Maya Mam, y cuando las condiciones de seguridad lo permitieron, lideró las negociaciones de su retorno. 

Juana heredó su determinación y resiliencia: “Yo digo que combino los genes de mi papá con la idea de que alguien de nosotros debió haber estudiado. Durante el conflicto, me casé, tuve mi hijo, tuve problemas de violencia y me divorcié. Luego tomé una decisión personal; dije ok, yo me divorcio, pero ahora mi mundo va a ser distintoAhora mi reto es seguir estudiando. Tuve que empezar de cero porque mis documentos se quemaron durante el conflicto”.

También heredó las habilidades de liderazgo de su padre, con las que ha movilizado a otras mujeres en el país. Así, es una de las lideresas del Movimiento de Mujeres Indígenas Tz’ununija’, una iniciativa que reúne a 85 organizaciones y a través de la cual ha participado en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York del 15 al 26 de abril. 

Siempre ha habido exclusión y marginación

Con más de 16 millones de habitantes, Guatemala no solo es el país más poblado de Centroamérica, sino que tiene uno de los porcentajes más altos de población indígena. A pesar de ello, según el último informe de la oficina de la ONU para los derechos humanos, persisten las desigualdades sistémicas, la discriminación y el racismo. 

Juana observa que esto no es una situación específica del 2023, sino que viene arrastrada de muchos años porque, según cuenta, la situación de pueblos indígenas nunca ha estado bien: “Siempre ha habido exclusión y marginación”. 

La clave, a su parecer, es la corrupción que hay y que fue especialmente visible en 2023, por todos los obstáculos que hubo durante el proceso electoral. En el Congreso, tras muchos esfuerzos y la creación de una alianza, hay una sola mujer indígena diputada.

“No hay voluntad política porque hay un sistema corrompido, que no responde a nuestros intereses. Creo que eso va a ser muy difícil de superar inmediatamente, a pesar del Gobierno actual, con todo lo que le ha costado llegar y ocupar el espacio”, comenta en una entrevista con Noticias ONU. 

Otro de los retos fundamentales para Juana, es el racismo sistémico: “Hay una cooptación del Estado por unas élites que no permiten el reconocimiento de la diversidad, pero también hay racismo desde los imaginarios, desde las prácticas, desde lo legal, desde lo interpersonal; hay que luchar bastante y por eso para nosotros es clave poner sobre la mesa la discusión del racismo”.