Aunque se ha utilizado en el campo de batalla en el pasado con fines no letales o incendiarios, su uso contra la población civil se considera una violación del derecho internacional humanitario.
Sicom Noticias
El canciller de la Autoridad Nacional Palestina, Raid Malki, formuló graves acusaciones contra Israel, al denunciar que este país realiza operaciones en la Franja de Gaza que involucran el uso de armas, entre ellas de fósforo blanco. Esta acción despertó preocupación en la comunidad internacional y fue calificada como un posible crimen de guerra.
Se trata de un compuesto químico que ha sido objeto de restricciones y prohibiciones en situaciones de conflicto. Está regulado por la Convención de Armas Químicas de 1997, un tratado respaldado por numerosos países, incluyendo Estados Unidos y Rusia.
Aunque el fósforo blanco se ha utilizado en el campo de batalla en el pasado con fines no letales o incendiarios, su uso contra la población civil se considera una violación del derecho internacional humanitario.
El empleo de fósforo blanco en conflictos armados puede llevar a juicios por crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional. Se han registrado casos anteriores de su uso, como por parte de Estados Unidos en la guerra de Vietnam e Irak, e Irak en su conflicto con Irán.
Este compuesto químico altamente inflamable puede causar graves quemaduras y envenenamiento en la sangre cuando se inhala o ingiere, lo que a menudo resulta en daño orgánico severo y un riesgo para la vida de las personas afectadas.
El uso de fósforo blanco en situaciones de conflicto plantea cuestiones graves en términos de derechos humanos y exige una atención urgente por parte de la comunidad internacional.
Las denuncias de su uso deben ser investigadas adecuadamente y, en caso de confirmarse, deben tomarse medidas para garantizar el respeto del derecho internacional y la protección de los civiles en zonas de conflicto.
