Los estudios de la organización muestran que los programas de comidas escolares gratuitas pueden aumentar las tasas de inscripción en un 9% y las de asistencia en un 8 %.
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Mientras 153 millones de niños y jóvenes de todo el mundo sufren niveles críticos de hambre, un nuevo informe del Programa Mundial de Alimentos revela que actualmente unos 420 millones de menores reciben comidas escolares; unos alimentos que son “una red de seguridad fundamental para los hogares vulnerables”.
Pese a esta cifra, el estudio destaca una gran diferencia en el reparto de comidas escolares por países. El 60 por ciento de los alumnos de los países de altos ingresos comen en la escuela por un 18% en las naciones de bajos ingresos.
Aunque la cantidad de escolares que reciben comidas es 30 millones más alta que en 2020, el número de estudiantes que comen en la escuela en los países de bajos ingresos todavía se encuentra un 4 % por debajo de los niveles anteriores a la aparición del Covid – 19.
Los mayores descensos se produjeron en África donde algunos países no pudieron reconstruir sus programas nacionales de comidas escolares y precisan más ayuda.
Los estudios de la organización muestran que los programas de alimentación escolar pueden aumentar las tasas de inscripción en un 9% y las de asistencia en un 8%.
