Víctor Zepeda es de la tercera generación en su familia en dedicarse a esta actividad. Muy temprano a diario, camina dos kilómetros, desde su casa hasta sus pencas de maguey, para extraer aguamiel.
Miriam Espinoza
El pulque es una bebida fermentada tradicional de México, cuya extracción continúa transmitiéndose de generación en generación en San Miguel Canoa, Puebla.
Víctor Zepeda es de la tercera generación en su familia en dedicarse a esta actividad. Muy temprano a diario, camina dos kilómetros, desde su casa hasta sus pencas de maguey, para extraer aguamiel.
Primero se elige la penca más gruesa para acceder a la piña, y se comienza a obtener con ayuda de un pequeño recipiente este líquido. Se debe ser muy cauteloso, porque hay abejas que también buscan extraer agua miel y muchas veces quedan atrapadas.
Una vez que se obtuvo el líquido dulce, se mezcla con el pulque macizo, que se almacena en toneles, y se deja reposar por espacio de una o dos horas. ¡Luego está listo par consumirse!
De lo contrario, a partir de 4 cuatro días en reposo comienza su fermentación, y es cuando algunos dicen que se convierte en una bebida que ya marea.
En la segunda sección de San Miguel Canoa ya sólo hay unos 10 Tlachiqueros, aquellas personas que se dedican a la extracción de pulque.
