El secretario de Gobernación, Julio Miguel Huerta, acudió a los sepelios para dar el pésame a las familias y brindar el apoyo necesario a los deudos.
Miriam Rodríguez
Los cuerpos de Flavio Vicario Tegchi, Juan Romero Rodríguez y Tomás Feliciano Quixtiano, llegaron a su natal Ajalpan, para ser despedidos luego que ellos murieran el pasado domingo 6 de febrero por la volcadura del camión de turismo en el que viajaban cuando se dirigían a la basílica de guadalupe.
Flavio Vicario Tegchi, de 45 años, trabajaba en una maquiladora desde hace 26 años, pertenecía a la fraternidad católica de la “Jufra Región Espíritu Santo”; su hermana, Isabel Tegchi, lo recuerda como una de las personas más queridas por la población. Ella también viajaba a la ciudad de méxico, pero estaba en otro camión.
“Sí lo querían mucho, tenía muchas amistades, estuvo en un grupo de la parroquia que es la orden franciscana también jufra, lo querían mucho él era una buena persona”, narró.
Como cada año, Juan Romero Rodríguez, de 47 años, viajaba a la basílica. En esta ocasión acudió acompañado de sus dos hijos, nietos y su nuera. No podía ser reconocido, porque no llevaba entre sus pertenencias algún documento que indicara su identidad.
“No daban bien la información de mi muchacho, daban nada más de dos y como no llevaban la identificación, no lo podían analizar bien su nombre hasta llegamos allá mis yernos fueron a asomarse”, dijo uno de sus familiares.
Tomás Feliciano Quixtiano tenía 50 años y era albañil de oficio, él viajó con su esposa y dos hijos, quienes permanecen hospitalizados en la Ciudad de México. El niño, de tres años, perdió una extremidad; el segundo hijo solo resultó con lesiones menores.
“Ya iba en primero de preescolar mi bebé, la escuela que no queda muy lejos sus papas bien entusiasmado llevaban al niño a la escuela mi chiquito tiene tres años mi niño con cuanto amor llevaban a su bebe sus papás”, narraron sus seres queridos.
El secretario de Gobernación, Julio Miguel Huerta, acudió a los sepelios para dar el pésame a las familias y brindar el apoyo necesario a los deudos.
Este martes se dará el último adiós a los difuntos con una misa de cuerpo presente y después serán sepultados en el panteón local.
