Asya es de Kiev y ha escapado a Polonia con su hija de un año, dejando atrás a su esposo que trabaja como paramédico.
Redacción
Desde que Rusia inició la agresión militar contra Ucrania, hace una semana, más de dos millones de ucranianos han tenido que abandonar sus hogares. Un millón de ellos han salido del país para refugiarse en naciones vecinas.
ACNUR estima que hasta cuatro millones de personas podrían abandonar el país en las próximas semanas si el conflicto continúa.
Asya es de Kiev y ha escapado a Polonia con su hija de un año, dejando atrás a su esposo que trabaja como paramédico.
“Fue muy difícil dejarlo. Tiene que quedarse en Kiev porque trabaja en una ambulancia y tienen que salvar vidas. Nosotras nos tenemos que marchar juntas y salvar nuestra propia vida. Una casa a 20 minutos de la nuestra fue bombardeada ayer, así que decidimos que era hora de marcharnos”, explicó a un equipo de UNICEF.
“Ni siquiera puede sentir enfado porque es algo que llevábamos esperando ocho años. Pero nunca olvidaré el primer día porque fue muy duro. Lo mejor que puedo hacer es salvar a mi madre y a mi hija. Así que eso estoy haciendo”, añadió.
Según UNICEF, la mitad de los refugiados, medio millón, son niños.
