Los montajes dirigidos a este grupo etario han impulsado a la comunidad artística a generar una exploración constante y profunda para su creación.
Redacción
El teatro para la primera infancia, de 0 a 6 años, ha generado un fuerte movimiento en la escena mexicana y mundial. La compañía Teatro al Vacío se ha sumado a este proceso y ha puesto en primer plano los derechos culturales de las infancias desde su más temprana edad. Ejemplo de ello es el montaje Yo soy, escrita y dirigida por José Agüero y Adrián Hernández, con la colaboración en la dirección de Bruno Cappagli.
La puesta en escena, que promueve la Coordinación Nacional de Teatro, ofrecerá cuatro funciones, del 11 al 19 de junio, sábados y domingos a las 12:30 horas en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, como parte de la estrategia #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
La obra explora la identidad de género, el reconocimiento de sí mismo, las ideas y la libertad de decisiones de cada persona. Además, abre paso a lo que será el Encuentro Internacional para la Primera Infancia, el cual se llevará a cabo próximamente.
La propuesta escénica de José Agüero y Adrián Hernández, quienes también actúan, se desarrolla a partir del teatro corporal con una dramaturgia de imágenes y de acciones que buscan poetizar la experiencia de ser invisibles y hacernos visibles en un mundo donde la aceptación es fundamental para construir la identidad.
Para desarrollar Yo soy, sus creadores realizaron una investigación en la que detallan que “el género de una persona se construye como una de las relaciones estructurantes y de poder primarias. Se encarga de ubicar al sujeto en el mundo. Este proceso suele tener complejidades, pues se lleva a cabo en una sociedad en la que los prejuicios forman parte de la subjetividad individual y colectiva”.
La puesta en escena Yo soy está pensada para niñas y niños en un rango de tres a seis años de edad, porque en esta etapa tienen una intensa actividad corporal, ponen a prueba sus propias capacidades físicas; es cuando empieza la escolarización y comienzan a relacionarse con otros infantes, coincidieron José Agüero y Adrián Hernández.
Desde sus inicios en 2007, Teatro al Vacío se ha caracterizado por crear propuestas escénicas para la primera infancia, etapa de la vida que abarca desde los primeros meses hasta los ocho años de edad, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés). Los montajes dirigidos a este grupo etario han impulsado a la comunidad artística a generar una exploración constante y profunda para su creación.
Los diseños de vestuario, espacio e iluminación corresponden a Mauricio Ascencio; el diseño sonoro es de Eblen Macari y la asesoría coreográfica está a cargo de Alejandro Chávez Flores.
