Originalmente fue llamado el Señor del Rayo, ya que la madera con la que se construyó provino de un árbol que cayó por un rayo, y posteriormente, el Señor de la Caída.
Juan Pablo Ramírez
La fe de los católicos se desbordó en el templo de Santa Mónica, ubicado en la Avenida 18 Oriente, en el Centro Histórico de Puebla.
A pesar de la fuerte lluvia registrada este lunes, los fieles se dieron cita, acompañados de sombrillas, chamarras, plásticos e impermeables, para venerar a una de las imágenes más milagrosas de Puebla: el Señor de las Maravillas. Esta imagen es visitada no solo por religiosos de la entidad, sino también de Tlaxcala, Estado y Ciudad de México, Morelos, Guerrero, Jalisco, Tabasco y Veracruz, entre otros.
Como ya es tradición, a ritmo de música de mariachi, se entonaron las mañanitas. Los devotos acuden para agradecer las bendiciones recibidas durante el año, pedir por la salud de sus familiares, trabajo y, sobre todo, para demostrar su amor. A modo de manda, algunos regalaron comida, dulces y recuerdos de la festividad.
El Señor de las Maravillas data del siglo XVII. Originalmente fue llamado el Señor del Rayo, ya que la madera con la que se construyó provino de un árbol que cayó por un rayo, y posteriormente, el Señor de la Caída.
Esta imagen tiene tres celebraciones al año: el tercer viernes de Cuaresma, durante la procesión de Viernes Santo, y el 1 de julio.4o
