Para algunos, este desfile será su primera participación. Tal es el caso de Misael Sandoval, quien reconoce el privilegio de estar en plaza.
David Portillo
Desde las cinco de la mañana, bajo el toque de diana moderna, los 19 integrantes de la Banda de Guerra de la Guardia Nacional inician su jornada. Seis horas diarias de entrenamiento marcan el ritmo de su preparación para el desfile cívico-militar conmemorativo al 163 aniversario de la Batalla de Puebla.
Vestidos con el uniforme gris distintivo, hombres y mujeres revisan tambores, cornetas, lustran botas y colocan los emblemas de la institución. La disciplina es clave. “Empezamos afinando, calentamos con toques básicos y pasamos a la instrucción de orden cerrado. Todo debe estar perfectamente alineado”, explica Carlos Fernando Jiménez, comandante de la agrupación.
Durante cinco meses se han preparado para ejecutar cada nota militar y guiar con precisión los 120 pasos por minuto del contingente. “Nos llena de orgullo representar a la Guardia Nacional. Que nos aplaudan como mujeres y como soldados es una satisfacción enorme”, afirma la soldado Erika Jaqueline Arista.
Para algunos, este desfile será su primera participación. Tal es el caso de Misael Sandoval, quien reconoce el privilegio de estar en plaza: “Es un orgullo representar a nuestros compañeros que están operando y no pueden estar con sus familias”.
El próximo 5 de mayo, con el toque de defensa nacional, iniciará el desfile con más de 10 mil elementos de las fuerzas armadas de todo el país. La Banda de Guerra será la primera en marcar el paso, llevando no solo el ritmo, sino también el espíritu marcial de una fecha histórica.
