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Cultura

Recuerdan a Óscar Rodríguez, prolífico artista de amplia trayectoria

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El 13 de enero se conmemora el décimo aniversario luctuoso del pintor mexicano; incursionó en la estampa, escultura, tapicería y orfebrería.

Redacción

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Salón de la Plástica Mexicana, recuerdan al artista visual mexicano Óscar Rodríguez en su décimo aniversario luctuoso (13 de enero, 2012).

Originario de la Ciudad de México, el maestro Óscar Rodríguez estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y más tarde realizó una especialidad en litografía en el Pratt Graphic Center de Nueva York, además de otros cursos.

Creador incansable, incursionó en diversas técnicas y disciplinas, como estampa, pintura, escultura, tapicería y orfebrería, además produjo un vasto cuerpo de obra. Igualmente, participó como diseñador de producción en las películas Divinas palabras y El semejante a sí mismo, del director escénico Juan Ibáñez, así como en las óperas Don Giovanni y Juego mágico, entre otras.

Ingresó como miembro del Salón de la Plástica Mexicana en 1976 y a lo largo de sus 50 años de trayectoria fue acreedor de tres premios nacionales otorgados por el INBAL.  Entre las distinciones que obtuvo destacan las del Salón de la Plástica Mexicana (1976 y 1985) y la mención de honor del Primer Certamen Internacional de Pintura de Puerto Príncipe Benalmádena, Málaga, España, en 1980. Además de los premios del Concurso Nacional de Escultura-Monumento Nacionalidad Mexicana en 1981 y el de Adquisición del Salón Nacional de Artes Plásticas, secciones de Pintura y Tapiz, en 1982.

A lo largo de su carrera realizó más de 40 exposiciones individuales en el país, especialmente en los museos de Arte Moderno y de Arte Carrillo Gil del INBAL. Igualmente, participó en más de 200 exposiciones colectivas en Europa y América.

Entre las piezas de orfebrería que elaboró destaca la Cruz de Palenque, la cual en 1993 fue entregada al papa Juan Pablo II en su visita a Mérida, Yucatán.