Antes de la pandemia, más de 25 productores vendían árboles y artesanías navideñas en Avenida Margaritas; ahora, solo un productor mantiene la tradición.
Juan Pablo Ramírez
Los productores de pino del Pueblo Mágico de Tlatlauquitepec atraviesan una difícil situación económica esta temporada decembrina, reportando una caída de más del 70% en sus ventas respecto al año pasado. Señalan que la competencia desleal, principalmente de árboles provenientes de Estados Unidos y Canadá, así como productos artificiales asiáticos, ha impactado gravemente su mercado.
Aunque los árboles importados tienen precios más accesibles, los productores locales advierten que su calidad es inferior en comparación con los ejemplares mexicanos de especies como Duglas Mexicano, Oyamel o Vikingo. Para que un pino navideño alcance una altura de dos metros, se requiere una inversión de más de ocho años de cuidado, reflejo del esfuerzo y la calidad detrás de su producción.
A la situación se suma la disminución de la siembra durante 2024, derivada del cambio climático y del aumento en el costo de insumos como los fertilizantes, lo que agrava aún más las dificultades del sector.
Antes de la pandemia por COVID-19, más de 25 miembros de la Unión de Productores de Árboles y Artesanías Navideñas solían instalarse en la Avenida Margaritas esquina con Avenida Nacional, al sur de la capital poblana. Sin embargo, la tradición se debilitó en los últimos años y actualmente solo un productor mantiene viva la venta en esta zona.
Consumidores, en su mayoría amas de casa, han hecho un llamado a la ciudadanía para apoyar a los productores locales y adquirir pinos mexicanos, contribuyendo así a la economía de las familias campesinas. Este año, los precios de los árboles oscilan entre los mil y mil 300 pesos, dependiendo del tamaño.
Los interesados en adquirir un pino navideño natural pueden acudir a este punto en horarios de 10:00 a 21:00 horas, hasta el próximo 22 de diciembre.
