De cada taller son aproximadamente cinco familias las que sobreviven de las artesanías pero, al no haber trabajo las personas buscan otras maneras de subsistir entre las cuales se encuentran: la albañilería, la plomería y otras actividades pasajeras.
Carlos Fabián
Uno de los principales problemas que ha sido consecuencia por la pandemia de COVID-19 ha sido la economía, y los artesanos se ven afectados por las bajas ventas, al no ser productos de primera necesidad.
Sus ventas descendieron más del 90%, en una temporada que solía ser positiva para ellos.
Jerónimo Martínez, artesano de Acatlán, comenta que deben guardar la calma en esta temporada:
“Nos está afectando que la gente no salga a comprar, los mismos clientes no pueden venir a abastecerse de nuestro producto. Yo invito a todos los compañeros artesanos que no se desesperen que le echen los kilos y tengan fe de que todo esto va a pasar pronto”.
La mayoría de los artesanos ya tenía pedidos para exportar a otros países durante estas fechas los cuales han sido cancelados.
De cada taller son aproximadamente cinco familias las que sobreviven de las artesanías pero, al no haber trabajo las personas buscan otras maneras de subsistir entre las cuales se encuentran: la albañilería, la plomería y otras actividades pasajeras.
Algunos artesanos continuarán su trabajo generando material, y cuando termine la contingencia puedan venderlo.
ARP
