La columna de Sergio Castro
Dicen que quién no conoce su historia está condenado a repetirla… ¿y los qué si la conocen?
Cómo nunca antes y de forma sorpresiva el mundo es testigo de la guerra entre Israel y Palestina, una bomba de tiempo que no soportó más. Y aunque es cierto que la mayoría de los países están de acuerdo en que bajo ninguna circunstancia es justificable la guerra (así lo dicen todos los que dan discursos en la ONU) también es cierto que es una estrategia política que corresponde a los intereses de países que, en la mayoría de los casos, no tienen nada que ver.
El hecho que ahora estamos viviendo, tuvo su origen en 1948 cuando Israel declaró su independencia de territorio palestino. Pero ¿porqué? Porque gracias a la influencia de Estados Unidos y Reino Unido, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial en 1945 y en su afán de quedar como héroes, fueron los responsables de colocar a la comunidad judía en el
Oriente Medio, a un lado de los musulmanes.
Al igual que con Alemania, se repartieron los territorios, no entre capitalistas y comunistas, sino entre judíos e islamistas, aún más delicado. Durante 75 años la tensión entre Israel y Palestina, y sobre todo la franja de Gaza, que pertenece a Palestina, incrementó, al grado de desarrollarse las intifadas (algo similar a las cruzadas cristianas) que cobraron cientos de vidas.
Hoy algunas naciones condenaron a Hamás y Palestina por el asalto a Israel, olvidando al parecer, el desplazamiento de 1948 de 750 mil palestinos de su tierra, cuando Israel pasó de ocupar del 50 al 77 por ciento del territorio sólo por ganar la independencia. También olvidaron la ocupación ilegal de Israel en la franja de Gaza, obligando a cientos de personas a abandonar sus tierras en 1967.
Y quizá la más importante, la anexión de Jerusalén por parte de Israel en 1980, “tierra santa” pasó a su control de una manera cuestionable. Además del poco control que le dejó a Cisjordania.
Esos países que se pronuncian en contra de Palestina y muestran su apoyo a Israel, son los mismos que han hecho oídos sordos cuando Gaza solicitó su ayuda. El propio Antonio Guterres, secretario general de la ONU dijo que la franja es la cárcel más grande del mundo, pues el 38 por ciento de su población es pobre y el 54 por ciento padece inseguridad alimentaria, mas del 90 por ciento del agua en Gaza no es potable. ¿Y Estados Unidos? ¿Y Reino Unido?
La impunidad de estos países y del propio organismo, hace que -una vez más como con Rusia- se juzgue a un país solo por responder más a la agenda política que a los hechos y las consecuencias.
Como dije no se justifica la guerra ni las invasiones pero tampoco se puede tomar partido solo porque nos lo imponen (Latinoamérica está aprendiendo esto). E Israel y la comunidad judía ¿no vivieron en carne propia el asedio y el apartheid? ¿no experimentaron el desplazamiento forzado?
Quizá el dicho no es “quien no conoce su historia está condenada a repetirla” es más bien “quien conoce su historia está condenado a repetirla” de una u otra manera por venganza, por interés o por agenda la guerra siempre servirá para tapar otros males.
