Este lunes, más ataques en las regiones de Donetsk, Dnipro y Kherson mataron e hirieron a decenas de civiles, entre ellos niños, y dañaron viviendas y escuelas.
Sicom Noticias
En Ucrania, una oleada de ataques que comenzó el 29 de diciembre y continúa está dejando decenas de civiles muertos y regiones sin electricidad y calefacción en mitad del invierno.
El 2 de enero, los trabajadores humanitarios de la capital, Kyiv, contaron más de 30 explosiones sólo en esa ciudad.
La región de Donetsk se quedó sin electricidad ni agua. El 6 de enero, otra oleada de ataques aéreos allí causó la muerte de casi una docena de civiles, cinco de ellos niños.
Y este lunes, más ataques en las regiones de Donetsk, Dnipro y Kherson mataron e hirieron a decenas de civiles, entre ellos niños, y dañaron viviendas y escuelas.
La oficina de coordinación humanitaria asegura que “una operación de ayuda continuada y a gran escala es hoy más urgente que nunca”.
Casi dos años después de la invasión rusa de Ucrania, unos 6,3 millones ucranianos siguen desarraigados de sus hogares, la mayoría -5,9 millones- refugiados en toda Europa. A esto hay que sumar unos 3,7 millones de desplazados internos dentro de Ucrania.
