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Cultura

Ocho esculturas del Museo Rufino Tamayo recobran su esplendor con apoyo del Cencropam

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Asimismo, se restauraron dos obras que se incorporaron posteriormente a la colección por medio de donaciones

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Después de cuatro meses de trabajos de restauración, mantenimiento y conservación, quedó abierta al público la exhibición de ocho esculturas metálicas que se encuentran en exteriores del Museo Rufino Tamayo, en el Bosque de Chapultepec, cinco de las cuales forman parte de la colección original del recinto desde su inauguración en 1981.

Los trabajos fueron realizados por personal del Museo Rufino Tamayo y por especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, con el apoyo de una beca otorgada por el Bank of America a través de su Proyecto de Conservación de Arte (Art Conservation Project).

Tales labores comenzaron el 20 de septiembre de 2022 y terminaron el 20 de enero del año en curso, y se centraron principalmente en estabilizar los distintos materiales de las esculturas para revertir el proceso de oxidación debido a la acción natural del medio ambiente, además de una limpieza profunda.

Las obras restauradas son cinco de la colección original del recinto: Triarquía(1958—1959), de Kenneth Armitage; Masa circular (1968—1970), de Arnaldo Pomodoro; Cubo de herrumbe (1980), de Fernando González Gortázar; Pareja de figuras caminando / Jubileo (1977), de Lynn Chadwick; y Giro (1973), pieza de Alex Liberman.

Asimismo, se restauraron dos obras que se incorporaron posteriormente a la colección por medio de donaciones: Escalera de incendios (2011), de Monika Sosnowska, y Sin motivación política, escultura contemporánea de Ryan Gander. Mención especial merece la escultura Hombre (1979), del propio Rufino Tamayo, pieza que llegó al recinto hace tres años y que actualmente se encuentra en proceso de donación.

Las obras fueron develadas en una ceremonia encabezada por el subdirector de Colecciones del Museo Rufino Tamayo, Juan Carlos Pereda; el director del Cencropam, Ernesto Martínez Bermúdez; y Marcela Lemberg, vicepresidenta de Medio Ambiente, Social y Gobernanza en México del Bank of America.

En el acto se hizo entrega de reconocimientos Al personal del área de Registro de Obra del Museo Tamayo y a ocho restauradores y dos supervisores del Cencropam, quienes trabajaron bajo la coordinación del responsable del Taller de Escultura, Carlos Iván Herrera.

Juan Carlos Pereda, al agradecer el apoyo del Bank of America para los trabajos de conservación, destacó que las esculturas requirieron intervención no por deterioro, sino por la acumulación de materiales nocivos al estar precisamente a la intemperie y elogió el arduo y disciplinado trabajo de los especialistas del Cencropam.

“Realizaron limpieza, restauro y mantenimiento a ocho esculturas que son importantes para el museo, porque cinco de ellas históricamente abren el discurso estético contemporáneo en la ciudad, pero se han perdido de vista porque al estar en exteriores del museo desde 1981 se han integrado al paisaje del entorno que a veces no las percibimos”, dijo.

Por su parte, Ernesto Martínez Bermúdez destacó el trabajo conjunto de las instituciones: Juntos enfrentamos un nuevo reto, porque algunas piezas restauradas se encontraban en las instalaciones del Cencropam, en el Centro Histórico y se tuvieron que trasladar con todo lo que eso implica, ya que algunas de ellas pesan varias toneladas.

Y agregó: “Carlos Iván Herrera responsable del Taller de Escultura, coordinó los trabajos. Podemos asegurar que el Cencropam cumple una vez más con su tarea sustantiva de conservación y registro de las obras que forman parte del patrimonio del Inbal y de la nación. Es un orgullo entregar las piezas ya restauradas para el disfrute de todos los mexicanos”.

En su momento, Marcela Lemberg agradeció a nombre del Bank of America la colaboración con las instituciones de cultura mexicanas: “Ha sido para nosotros satisfactorio contribuir en la restauración y conservación de estas ocho esculturas.  Desde 2014 el Banco tiene un programa a nivel mundial con el que busca apoyar la conservación de importantes museos y de piezas que son icónicas en los museos para el mundo.

“El Museo Tamayo es un museo de mucha importancia para México, América y el mundo entero, sin lugar a dudas. Gracias a las autoridades del Inbal y del Museo Tamayo porque desde que comenzamos a hablar de este proyecto hubo toda la disposición de trabajar en equipo”, mencionó.

Los trabajos de restauración de las ocho emblemáticas esculturas del Museo Rufino Tamayo se suman así a las tareas que se realizan en el marco del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, que impulsa el Gobierno de México a través de la Secretaría de Cultura federal, a fin de dotar de mejores condiciones a los museos de la zona de Chapultepec para disfrute de los mexicanos en general.