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Música en Todas Partes – La música en la Independencia de México
Publicado
hace 1 añoPor
SICOM NoticiasLa columna de Mariana Domínguez Fernández
So pretexto del mes patrio, los mexicanos solemos escuchar a lo largo de estas semanas y durante los festejos del 20 de noviembre, música que, si bien, exalta el fervor patrio, está muy alejada de lo que verdaderamente se tocaba y se escuchaba en aquellos tiempos.
Pero, ¿se ha preguntado cuál era el qué tipo de música que se componía y se oía en la Nueva España cuando se dio inicio el movimiento de independencia en 1810 hasta su consumación en 1821? Con mucha seguridad para muchos la respuesta es desconocida, y para otros, el tema les es familiar.
Ahora bien, ninguna obra que suelen programar, con buena intención, la radio, la televisión, los diversos medios de comunicación digitales o los centros comerciales corresponde a ese tiempo.
Es verdad también que es una buena oportunidad para acercarse, aunque se caiga en el lugar común, entre otras, a partituras como el Huapango de José Pablo Moncayo, a Sones de Mariachi de Blas Galindo y recientemente al Danzón No.2 de Arturo Márquez, pero hay que considerar que estas obras fueron compuestas más de un siglo después de dicho acontecimiento.
Ahora un poco de historia:
La música y la danza fueron algunas de las herramientas de evangelización de los españoles a su llegada a tierras americanas, así que gran parte de éstas estuvieron al principio pensadas para el culto religioso. La música traída de Europa convivió y se fusionó con la música propia de los naturales, así como la de los esclavos traídos de África. Los compositores y maestros de capilla incorporaron instrumentos prehispánicos y africanos ocupando textos en náhuatl y guineo para que a los evangelizados les fuera mucho más fácil entender el mensaje y les fuera común. Todo lo anterior dio posteriormente como resultado nuestro folklore.
Como lo apuntan las investigadoras María Elvira Mora y Clara Inés Ramírez (1985), hay tres momentos especiales que caracterizan a la música de la época colonial: el primero es de 1521 a 1570 en el que se desarrolla la conquista material y espiritual; el segundo periodo abarca de 1570 a 1750 caracterizándose por la consolidación de las estructuras y el tercero transcurre de 1750 a 1810 regido por las reformas borbónicas.
Para cuando inició el movimiento de independencia en la Nueva España la música era variada y se había diversificado, sería un error pensar que sólo había música religiosa. La música secular ocupaba un lugar muy importante dentro de la sociedad. Era muy común que las clases más adineradas contarán con un pianoforte y otros instrumentos que solían tocar, unos con más habilidades que otros, en tertulias y reuniones. Esto mismo pasaba en cada una de las clases sociales utilizando según el género, instrumentos, textos y danzas que les fueran propios.
Así era la música en los tiempos de la independencia:
Durante la época en la que da inicio el movimiento armando y hasta alcanzar finalmente la independencia, Manuel Arenzana fue uno de los músicos más ilustres; ocupó el puesto de maestro de capilla de la Catedral de Puebla desde 1792 hasta su muerte ocurrida unos días antes de la firma de los Tratados de Córdova en los que se formalizó la Independencia de México como lo apunta la investigadora Dalila Franco (2022). Manuel Arenzana último maestro de capilla de la Catedral de Puebla dejó un rico y variado catálogo, claro ejemplo del por qué la ciudad de Puebla fue una de las capitales musicales más importantes del virreinato de la Nueva España.
Otro compositor al que debemos referirnos para contextualizar musicalmente esta época fue Mariano Elígaza. Nacido en Valladolid hoy Morelia, Elízaga es uno de los compositores que transformaron la vida musical del México independiente. Como bien lo apunta Ricardo Miranda (2010), Mariano Elízaga fue maestro de capilla del Imperio de Iturbide, promovió la primera Sociedad Filarmónica, estableció la primera escuela profesional de música del país, y, por si fuera poco, las primeras partituras impresas en México estuvieron a su cargo.
La lista para compartir es enorme, pero ya habrá otras entregas para referirme a las y los creadores que con sus obras han forjado el valioso imaginario musical de México, porque la música es y ha sido, en esta como en prácticamente todas las naciones, una de las protagonistas de la historia.
Sor de Sáenz, Guadalupe Olmedo, Luis G. Jordá, Felipe Villanueva, Aniceto Ortega, Julio Ituarte, Ernesto Elorduy, Melesio Morales, Carlos Chávez, Blas Galindo, Silvestre Revueltas, Héctor Quintar, Candelario Huízar, Mario Lavista, etc. son parte de la gran riqueza musical que tenemos en México.
Como podrá notar, es un mundo musical maravilloso pidiendo a gritos ser escuchado, sirva pues este medio, la radio y la televisión para hacer la difusión que se merece.
Comparto algunos ejemplos musicales correspondientes a esta época: