La catástrofe ha dejado al menos seis muertos y 29 desaparecidos en las zonas bajo control ucraniano, según el Gobierno, además de unos 8 muertos en las zonas bajo control militar ruso.
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En Ucrania, las fuertes lluvias y tormentas eléctricas están complicando la situación tras la destrucción de la presa de Kajovka el 6 de junio, dificultando las evacuaciones y la ayuda humanitaria.
Según las previsiones meteorológicas, los aguaceros durarán un par de días más. Al mismo tiempo, las aguas han seguido retrocediendo lentamente, con un nivel medio de 4 metros, frente a los casi 5,4 metros del 9 de junio, según las autoridades ucranianas.
No obstante, 46 ciudades y pueblos siguen inundados en la provincia de Khersonska, 32 de ellos en la orilla derecha del río Dnipro bajo control ucraniano, 14 en las zonas bajo control militar ruso y 31 en la provincia de Mykolaivska, según la policía ucraniana.
La catástrofe ha dejado al menos seis muertos y 29 desaparecidos en las zonas bajo control ucraniano, según el Gobierno, además de unos 8 muertos en las zonas bajo control militar ruso, según las autoridades instaladas por Rusia.
Las Naciones Unidas y sus socios humanitarios están entregando agua, artículos de higiene y alimentos suficientes para cubrir las necesidades de casi 180 mil personas, frente a las cerca de 35 mil personas a las que se había llegado el 9 de junio.
