UNICEF ha denunciado que miembros del ejército de Etiopía entraron ayer en su oficina en Mekele, y desmantelaron su antena para comunicación de datos vía satélite.
Redacción
Las agencias de la ONU siguen alertando de la grave situación humanitaria que se vive en la región etíope de Tigray, asolada por el conflicto, a pesar del llamamiento al alto el fuego realizado por el Gobierno.
Según informaciones de prensa, el Ejército etíope abandonó este lunes Mekele, la capital de la región, después de que el Gobierno de Etiopía declarara un alto el fuego unilateral.
UNICEF ha denunciado que miembros del ejército de Etiopía entraron ayer en su oficina en Mekele, y desmantelaron su antena para comunicación de datos vía satélite.
“Este acto viola los privilegios e inmunidades de la ONU y las reglas del Derecho Internacional Humanitario con respecto al respeto de los objetos de ayuda humanitaria. Condeno esta acciónen los términos más enérgicos”, dijo la directora de la agencia en un comunicado.
Las agencias de la ONU han pedido a las partes que permitan que continúe la entrega de ayuda humanitaria. En la región hay 350.000 personas que viven ya en condiciones de hambruna y se teme que haya brotes de enfermedades infecciosas.
“Con hospitales que apenas funcionan, personas desplazadas y una hambruna que se avecina, el riesgo de que se propaguen enfermedades transmisibles y prevenibles (…) es muy real. Todos estos factores son literalmente una receta para epidemias mayores”, dijo el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
