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La Violencia Ácida y Química en México: Una Mirada a una Realidad Silenciosa
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hace 5 mesesPor
SICOM NoticiasActivistas destacaron la necesidad de que las autoridades atiendan la violencia ácida y química y que la ciudadanía genere empatía hacia las víctimas.
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Las sobrevivientes de violencia ácida y química en México han levantado la voz, exigiendo que las autoridades atiendan estos ataques que han ocurrido en el país desde los años ochenta. La violencia ácida o química afecta de manera silenciosa e injusta a las personas sobrevivientes de estos atentados, con más de 100 víctimas anuales. Este tipo de violencia incluye una amplia gama de sustancias, con más de 125,000 sustancias químicas peligrosas, de las cuales más de 25,000 pueden causar quemaduras al contacto con la piel.
Ximena Canseco y Carmen Sánchez, fundadoras de la Fundación Carmen Sánchez MX, han trabajado desde enero de 2021 para visibilizar las causas y consecuencias de esta violencia en México. En la Cátedra Ellacuría, SJ de la Universidad Jesuita IBERO Puebla, las activistas expusieron los alcances de esta problemática y la falta de uniformidad en los criterios legales. Canseco enfatizó la importancia de reconocer y nombrar la violencia, así como los daños que produce.
Las activistas destacaron la necesidad de que las autoridades atiendan la violencia ácida y química y que la ciudadanía genere empatía hacia las víctimas. Canseco describió el proceso solitario y complejo que enfrentan las víctimas, quienes a menudo experimentan un aislamiento social debido a burlas, señalamientos y un continuo de violencias. Además, las mujeres víctimas no solo enfrentan la violencia de sus agresores, sino también la violencia institucional, ya que las instituciones de seguridad y salud públicas carecen de capacitación y recursos para atender adecuadamente estos casos.
Carmen Sánchez recordó cómo, hace 14 años, tras ser víctima de un ataque, no recibió la atención adecuada en un hospital dermatológico y pasó 14 horas con ácido en el cuerpo antes de recibir un lavado quirúrgico. Los daños en su rostro y espalda fueron irreversibles. Las víctimas deben someterse a múltiples cirugías, poniendo en riesgo su vida cada vez, además de sufrir efectos psicológicos y traumáticos permanentes.
Las panelistas ofrecieron recomendaciones para responder de manera inmediata a estos ataques: cortar la ropa de las víctimas y no frotar la sustancia; en algunos casos, se puede usar agua a temperatura ambiente con cuidado para evitar que el ácido se expanda, aunque esto no siempre es recomendable. La víctima debe ser trasladada al centro de salud más cercano de manera inmediata para recibir un lavado quirúrgico, lo que aumenta sus posibilidades de vivir sin secuelas.
Canseco afirmó que el Estado debe responsabilizarse por la falta de protocolos y reconocimiento de estos casos, reforzando los marcos legislativos y proporcionando recursos a las instituciones de salud públicas para que puedan actuar como agentes de primera respuesta.