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Cultura

La Orquesta Sinfónica Nacional interpretó obras de la mexicana Gabriela Ortiz, Franz Joseph Haydn y Dmitri Shostakóvich

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El cuarto movimiento de esta sinfonía es considerado un despertar de la conciencia o, de acuerdo con el poeta Lord Byron, como la más refinada, simple música que nunca oyera.

Redacción

Una variedad de sentimientos que van de la más dulce melancolía hasta las más exaltadas emociones se registró durante la interpretación de tres obras que formaron parte del concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes este domingo al mediodía.

En esa ocasión, las obras de la compositora mexicana: Gabriela Ortiz y de: Haydn y Shostakóvich integraron la programación de una calidad musical agradable al público, bajo la cuidada dirección de Carlos Miguel Prieto, como huésped en la presentación que tuvo como escenario la Sala Principal, en donde se pudo apreciar un mejor sonido con la nueva concha acústica.

En esta segunda temporada, los conciertos de los domingos serán transmitidos en vivo por Radio Educación y sus redes sociales, en el marco de un convenio de colaboración interinstitucional establecido por la titular del Inbal, Dra. Lucina Jiménez López y Jesús alejo Santiago, de la emisora de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. El concierto fue transmitido en vivo por Radio Educación en el 1060 de Amplitud Modulada y 96.5 de FM. para todo el mundo a través de la página electrónica https://radioeducacion.edu.mx/, redes sociales y en la aplicación disponible en los equipos iOS y Android

¿De qué estás hecho tú, de qué sustancia/ que puedes conformar mil y una sombras?”, es el extracto de un soneto de Shakespeare que bien podría haber servido de epígrafe para un recital tan variado y tan imaginativo.

Liquid jungle, para cuarteto de percusiones, de la compositora mexicana Gabriela Ortiz (1964) fue la obra con la cual inició este viaje musical. Aunque se trata de un extracto de una composición más larga, aquí la autora adentró al asistente al mundo de nuestras antiguas tradiciones musicales, por medio de cuatro percusionistas que rayaban la perfección y pulcritud de la partitura.

Después fue el turno de la Sinfonía núm. 98, de Franz Joseph Haydn (1732-1809), un verdadero elixir. El primer movimiento de esta obra es una auténtica puerta al universo cromático del célebre compositor, trayendo a la mente aquellos versos de Nerval, cuya alma estaba excitada por una música bulliciosa o suavemente voluptuosa.

Sin menoscabar a los otros, el cuarto movimiento de esta sinfonía es un auténtico despertar de la conciencia o, de acuerdo con el poeta Lord Byron, como la más refinada, simple música que nunca oyera.

Las obras que el público apreció en este primer concierto de la segunda temporada fueron Liquid Jungle, para cuarteto de percusiones, de Gabriela Ortiz (1964); la Sinfonía núm.98 en Si bemol mayor, de Franz Joseph Haydn (1732 – 1809), que consta de cuatro movimientos, y la Sinfonía núm.9 en Mi bemol mayor, op.70, del compositor ruso Dmitri Shostakóvich (1906 – 1975), la cual consta de cinco movimientos.