Esta historia trata de la princesa más bella enamorada de quien se dice era uno de los más apuestos y bravos guerreros de su pueblo.
Andrea Casco
Espectaculares e imponentes, los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl son la segunda y tercera montaña más alta de México.
No sólo están rodeados de belleza, también de una hermosa leyenda que incluso podría superar a la de Romeo y Julieta.
Estas dos montañas representan a una doncella y un joven guerrero tlaxcaltecas: Popocatépetl e Iztaccíhuatl; así, esta historia trata de la princesa más bella enamorada de quien se dice era uno de los más apuestos y bravos guerreros de su pueblo.
Dicen que antes de partir a la guerra en la que tlaxcaltecas se encontraban inmersos contra sus enemigos acérrimos, los aztecas, Popocatépetl pidió al cacique de su pueblo la mano de la princesa Iztaccíhuatl. Este se la concedió a condición de que volviera sano y salvo de la guerra para desposarla.
Así, el guerrero partió a la batalla mientras que la princesa esperaba el retorno de su amor. Sin embargo, corrieron los rumores de que Popocatéptl habría muerto.
La princesa murió de tristeza por la pérdida de su amado.
Poco tiempo después Popocatépetl regreso victorioso sin embargo a su llegada recibió la funesta noticia del fallecimiento de la princesa. así que ordenó erigir una gran tumba bajo el sol, amontonando 10 cerros para levantar una enorme montaña y juro resguardarla día y noche.
La besó por última vez para después, antorcha humeante en mano, arrodillarse a velar su sueño eternamente.
Se cuenta que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas de humo.
