Jóvenes poblanos se las ingenian para apoyar a sus familias sin descuidar sus estudios durante la pandemia

Para las y los jóvenes, dividirse entre las labores de trabajo que forman parte de su sustento y el estudio resultó difícil, pero no imposible. Conoce las historias de Juan Pablo y Azul.

Redacción

La pandemia de Coronavirus cambió al mundo, y la educación no fue ajena; tuvieron que adaptarse a la nueva dinámica alumnos y alumnas, padres y madres de familia, además de maestros y maestras.

En el caso de los estudiantes, algunos lograron adaptarse al nuevo modelo educativo, y además apoyar a sus familias.

AYUDAR A LA FAMILIA SIN DESCUIDAR LOS ESTUDIOS

Juan Pablo no descuidó la tienda familiar, pero tampoco los estudios.

Para un adolescente como él, de 12 años, dividirse entre las labores de trabajo que forman parte de su sustento y el estudio resultó difícil, pero no imposible.

Mientras atiende a clientes y proveedores, también continúa con su educación.

Hoy a casi un año de esta modelidad a distancia todo se volvió más sencillo, es cotidiano para él que el celular sea su herramienta tomar clase de las diversas materias de 1er grado de secundaria.

DESDE EL NEGOCIO SE PUEDEN TOMAR CLASES

Azul Montes, de 13 años, también es ejemplo de cómo los adolescentes se adaptan a cualquier situación.

En el mercado Zapata, ella toma clases en el local de su tía; sus padres aunque también son vendedores, no cuentan con internet en su área, y por eso lo hace desde ese punto.

Sabe que es afortunada, ya que no todos sus compañeros pudieron continuar con su educación.

Los adultos reconocen el esfuerzo que las y los estudiantes realizan todos los días para no abandonar las clases en línea.