La asesora especial de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimuy Nderitu, expresa gran alarma por la escalada de la crisis y pide proteger a los más vulnerables y respetar el derecho internacional.
Sicom Noticias
Gaza enfrenta una crisis humanitaria severa, advierte Martin Griffiths, responsable de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA). La falta de agua, electricidad y medicinas podría resultar en miles de muertes si no se establece un corredor humanitario para suministros vitales. A pesar de los llamados previos de organismos de socorro, las autoridades no han permitido la entrada de ayuda.
El Programa Mundial de Alimentos ha enviado varios vuelos con asistencia de emergencia al aeropuerto egipcio de Al-Arish, mientras que la Organización Mundial de la Salud tiene insumos sanitarios listos para entrar. La OMS condena la orden israelí de evacuar hospitales en el norte de Gaza y destaca la urgencia de actuar para evitar más muertes.
La ONU está dispuesta a llevar alimentos, agua, medicinas y combustible a Gaza desde Israel y Egipto, pero se requiere la aprobación de las autoridades israelíes y un acceso seguro. El Secretario General de la ONU, António Guterres, hace dos llamados humanitarios: a Hamas para la liberación inmediata de los rehenes y a Israel para permitir el acceso rápido y sin obstáculos de la ayuda humanitaria.
En paralelo, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) informa que más de un millón de personas se han desplazado en Gaza desde el inicio de la crisis, con un aumento significativo de muertes. Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, destaca la desesperación en Gaza y pide levantar el sitio y permitir el acceso seguro de suministros esenciales.
La asesora especial de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimuy Nderitu, expresa gran alarma por la escalada de la crisis y pide proteger a los más vulnerables y respetar el derecho internacional.
Se informan intensos intercambios de fuego a lo largo de la Línea Azul en la frontera entre Líbano e Israel, con impactos en ambos lados y un cohete alcanzando un cuartel general de UNIFIL en Naqura. Aunque no hubo heridos entre el personal de la ONU, UNIFIL continúa investigando y trabajando para reducir la tensión.
