Diego Siliano diseñó la escenografía; Horacio Efron, la iluminación; Luciana Gutman, el vestuario, y Lorena Gutiérrez, el maquillaje. Las coreografías fueron creadas por Ignacio González Cano.
Redacción
Una de las obras predilectas del repertorio operístico: Carmen de Georges Bizet, en su versión original, será transmitida como parte de la cuarta Temporada virtual de la Compañía Nacional de Ópera el domingo 25 de octubre a las 17 horas en la plataforma Contigo en la distancia, el canal oficial de YouTube del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y las cuentas de Facebook del Instituto y de la Compañía.
En el marco de la campaña “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el INBAL, presentan Carmen con libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac –basado en la novela homónima de Prosper Mérimée–, la cual fue estrenada el 3 de marzo de 1875 en la Opéra-Comique de París, donde no fue bien recibida por el público, ya que atentaba contra las convenciones operísticas de entonces, tanto en la historia que relata, como en su estructura musical. Tras la muerte de Bizet, Ernest Guiraud sustituyó las partes habladas por recitativos.
Enmarcada originalmente en Sevilla, la obra narra el desafortunado romance entre Carmen, una gitana contrabandista, rebelde, libre e irreverente, y don José, militar reservado, contenido y devoto a su madre y al orden castrense. La historia transita de la seducción al conflicto y al previsible desenlace fatal entre dos vidas incompatibles. La fuerza de Carmen lleva a don José a renunciar a todo lo que daba sentido a su vida. Desprovisto de toda su estructura, pierde la razón, pues no es capaz de seguir la vida pendenciera y sin ataduras a la que ella está acostumbrada.
La relevancia de este montaje radica en el enfoque que aportó el director de escena: el argentino Marcelo Lombardero, quien optó por la versión original, más cercana al teatro y la comedia musical, por lo que mantuvo las partes habladas. Asimismo, el espacio y el vestuario son trasladados a la época contemporánea en cualquier lugar “desde México hasta la Patagonia”, según señala el director. Sobresale la presencia de tribus y arte urbanos: pandilleros, narcotraficantes; grafiti, hip hop y break dance. El resultado es una obra que llama la atención sobre problemas actuales, como la violencia de género y la delincuencia.
Diego Siliano diseñó la escenografía; Horacio Efron, la iluminación; Luciana Gutman, el vestuario, y Lorena Gutiérrez, el maquillaje. Las coreografías fueron creadas por Ignacio González Cano.
El reparto está encabezado por la mezzosoprano Luisa Francesconi en el papel principal, el tenor Dante Alcalá como don José, la soprano Maribel Salazar y el barítono Luis Ledesma. Completan el elenco Carolina Ramírez, Edurne Goyarzu, Roberto Aznar, Martín Luna, Hugo Colín, Arturo López Castillo y Gabriel López. Participaron, además, el coro infantil Schola Cantorum de México y el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, los primeros dirigidos por Xavier Ribes, y todos con la dirección de José Areán.
