Desde el inicio de las protestas de ámbito nacional el pasado 16 de septiembre han muerto más de 300 personas, entre ellas más de 40 niños.
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El creciente número de muertes en las protestas en Irán, incluidas las de dos niños el pasado fin de semana, y el endurecimiento de la respuesta a las manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad, ponen de manifiesto la crítica situación del país, afirmó hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
“Instamos a las autoridades a atender las demandas de igualdad, dignidad y derechos de la población, en lugar de utilizar una fuerza innecesaria o desproporcionada para reprimir las protestas. La falta de rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos que se cometen en Irán persiste y contribuye al aumento de los agravios”, afirmó.
Desde el inicio de las protestas de ámbito nacional el pasado 16 de septiembre han muerto más de 300 personas, entre ellas más de 40 niños.
Laurence calificó de “especialmente preocupante la aparente negativa de las autoridades a entregar los cuerpos de las personas asesinadas a sus familias”, o que se condicione la entrega de los restos “a que las familias no hablen con los medios de comunicación o accedan a dar una versión falsa sobre la causa de la muerte”.
El vocero recordó a las autoridades iraníes que, en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, tienen la obligación de respetar y garantizar los derechos de reunión pacífica y de libertad de expresión.
