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Izúcar de Matamoros

INAH encuentra vestigios de 800 años en remodelación del zócalo de Izúcar de Matamoros

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La supervisión arqueológica está a cargo de la investigadora auxiliar Martha Adriana Sáenz Serdio y del arqueólogo Carlos Cedillo Ortega

Alejandro López

El pasado prehispánico del municipio de Izúcar de Matamoros vuelve a cobrar vida tras el hallazgo de cinco entierros humanos, posiblemente asociados a un conjunto habitacional del periodo Posclásico Temprano (900–1200 d.C.). Este descubrimiento, sin precedentes en la zona, se realizó durante los trabajos de salvamento arqueológico como parte del proyecto de remodelación del zócalo municipal.

La intervención fue realizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en coordinación con la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento. De acuerdo con el reporte oficial, este hallazgo permitirá enriquecer el conocimiento sobre las poblaciones originarias que habitaron el valle de Izúcar antes del dominio mexica.

La supervisión arqueológica está a cargo de la investigadora auxiliar Martha Adriana Sáenz Serdio y del arqueólogo Carlos Cedillo Ortega, ambos adscritos al Centro INAH Puebla, así como de los arqueólogos independientes Marisol Yadira Cortés Vilchis e Irvin Daniel Vásquez. La exploración se extendió hasta finales de mayo, concentrándose en el área norte de la plaza de armas.

Los entierros, descubiertos en tres pozos de sondeo ubicados en el área del quiosco, corresponden a personas adultas, dos de las cuales fueron recuperadas completas, mientras que las otras tres se encontraban en avanzado estado de deterioro. Cuatro de los cinco entierros contaban con ofrendas cerámicas compuestas por 10 cajetes, algunos con soportes zoomorfos que podrían representar aves o serpientes, elementos estilísticos de tradición tolteca.

Los cuerpos fueron encontrados en posición fetal, con las ofrendas colocadas a sus pies, lo que sugiere una práctica funeraria común en la región. Asimismo, cerca de los entierros se identificó un fogón o tlecuil con cenizas y restos de carbón, lo cual refuerza la teoría de que se trataba de una unidad doméstica.

Adicionalmente, al norte de la plaza, en las inmediaciones del monumento a Mariano Matamoros, fue localizado un horno de forma semicircular de aproximadamente un metro de diámetro. Su análisis está en curso para determinar su función y su posible conexión con los restos hallados.

La arqueóloga Sáenz Serdio subrayó la importancia de este hallazgo debido a la escasa presencia de excavaciones en la zona. El estudio de los materiales, aún en etapa inicial, “permitirá definir el estilo, características y posible origen de las poblaciones que los produjeron”.

Actualmente, los materiales recuperados están siendo estabilizados y analizados en un laboratorio provisional instalado en el Ayuntamiento, antes de ser oficialmente resguardados como parte del patrimonio arqueológico de la región.