Esta tecnología, llegó para revolucionar áreas como la construcción, el arte e incluso en la medicina, donde aún se trabaja para perfeccionarla.
Monserrat Navedo
Hace más de 40 años, la impresión 3D se convirtió en una realidad; sin embargo, hace 15, comenzó a comercializarse no solo para la industria sino para la población en general.
Esta tecnología, llegó para revolucionar áreas como la construcción, el arte e incluso en la medicina, donde aún se trabaja para perfeccionarla.
Rolando Moroño, es egresado de la licenciatura en Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Iberoamericana y docente del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica, el IDIT.
Hace algunos meses, él y un grupo de alumnas pusieron manos a la obra para montar una colección de ropa utilizando una impresora 3D, a través de ella, crean diseños que serán montados en las prendas.
“Se exhibirán en una pasarela en Roma y pasarán después a la semana de la moda de Milán, estos trabajos en enero de 2020 van a ser exhibidos en la Semana de la Moda en Milán que es una de las más importantes del mundo”, puntualizó.
Para ello, están innovando y ocupan materiales biodegradables como el PLA, elaborado a base del maíz o la caña. Se trata de diseños que dan un toque especial a los diseños.
“Imaginamos cómo serían las prendas del futuro y cómo se fabricarían esas prendas, entonces nosotros lo que nos gusta es experimentar en materiales 3D poco usuales, materiales que cambian de color con la luz, la temperatura y ver cómo se puede integrar en una prenda”, indicó.
Así es como las y los jóvenes poblanos dan muestra de su talento y hacen de la tecnología una de sus grandes aliadas.
ARP
