Durante su tratamiento, Iker recibió atención oportuna del departamento Oncocrean del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), especializado en la atención de niños y adolescentes con cáncer.
Andrea Casco
Iker, un niño de 10 años originario de Puebla, es un valiente sobreviviente de cáncer. Sus malestares comenzaron en febrero, y en abril llegó el diagnóstico: leucemia. A partir de ese momento, comenzó un largo proceso de tratamiento que culminó con un trasplante de médula ósea en septiembre.
Tras 90 días de recuperación, Iker ahora puede compartir su testimonio junto a su madre, Michell, quien ha sido su fiel compañera a lo largo de este arduo proceso, que afectó no solo a él, sino también a toda su familia.
Durante su tratamiento, Iker recibió atención oportuna del departamento Oncocrean del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), especializado en la atención de niños y adolescentes con cáncer. Esta estrategia busca ofrecer atención de calidad, con diagnósticos oportunos y tratamientos adecuados, brindando servicios como quimioterapia, cirugía, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, terapia hormonal y trasplante de células troncales hematopoyéticas.
En Puebla, este programa no solo atiende a pacientes locales, sino también a niños de Tlaxcala y Oaxaca.
El momento más esperado para Iker llegó cuando tocó la “campana de la vida”, un símbolo de esperanza para todas las familias que atraviesan una lucha similar. Su testimonio inspira a muchos a seguir adelante en la batalla contra el cáncer.
