El velerista mexicano consiguió su plaza a Tokio 2020 el pasado mes de enero, que fue su máximo logro luego del año atípico por el covid-19; sólo tuvo tres competencias internacionales
Redacción
El pasado mes de enero, Ignacio Berenguer Lleonart, exponente mexicano de vela, consiguió su boleto a los Juegos Olímpicos, justa a la que acude por primera vez, pues fue en la Copa Mundial de tablavela realizada en Miami, Estados Unidos, donde logró la hazaña, esto luego de posicionarse en el podio con una medalla de plata; posteriormente la pandemia del covid-19 se esparció por el mundo y en marzo llegó a nuestro país, pero el deportista nacional supo mantener su nivel.
Con el anhelado boleto en la bolsa, Berenguer Lleonart, siguió su preparación enfocado en los próximos Juegos Olímpicos, y en febrero, voló a Australia para el Campeonato Mundial, una competencia de alto calibre que le ayudó a seguir afinando detalles en el agua; sin embargo, un mes más tarde y con la emergencia sanitaria declarada en casi todo el mundo, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Organizador de Tokio dieron a conocer el aplazamiento de la justa.
“Cuando supe que se iban a posponer los Juegos estuve un poco frustrado, pero al mismo tiempo me di cuenta de que era un momento en el que yo puedo tomar ventaja para mejorar y ya que tengo más tiempo, puedo hacerlo sobre las dificultades que tengo en el agua y eso lo tomo como una motivación para prepararme aún mejor”, comentó a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
“Fue un año bastante difícil para todos. Al principio, para mí, fue muy bueno porque logré ser seleccionado a los Juegos Olímpicos, estaba muy emocionado, ya tenía todos mis planes para competir en Tokio en verano, pero ya que cambió todo me costó trabajo volver a agarrar ritmo y motivación para volver a seguir entrenando un año más, la motivación es clave”, aseguró.
Con todo ese panorama, las buenas noticias llegaron al especialista en tablavela, al reanudar actividades el pasado noviembre con el Campeonato Europeo en Vilamoura, Portugal, el cual fue un aliciente para regresar al agua y medir su ritmo competitivo tras nueve meses en pausa por la pandemia, una experiencia que le ayudó a ver con claridad los aspectos a mejorar con el compromiso olímpico cada vez más cercano, a celebrarse en julio próximo.
“Me fui de Europa contento, sabiendo que todavía tengo el nivel y puedo estar adelante, nada más tengo que mejorar detalles y seguir entrenando para sacar un buen lugar en Juegos Olímpicos”, mencionó el velerista tras su retorno a las aguas internacionales, que además, anhela arrancar al cien por ciento el 2021.
