La fumata blanca, producto de la quema de papeletas con sustancias químicas especiales, simboliza la decisión unánime de los cardenales.
Sicom Noticias
La Iglesia Católica ha elegido a su nuevo líder. Este martes, la tradicional fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señalando al mundo que los cardenales reunidos en cónclave han llegado a un consenso: Habemus Papam.
Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al ver la señal. Entre aplausos, cánticos y oraciones, la multitud celebró el anuncio que marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia. Aún se espera que se dé a conocer el nombre del pontífice electo, quien saldrá en breve al balcón central de la Basílica de San Pedro para saludar a los católicos de todo el mundo.
El cónclave fue convocado tras la renuncia del Papa anterior, en un contexto marcado por grandes desafíos para la Iglesia: la reconstrucción de la confianza, los cambios sociales globales, y el papel del Vaticano frente a temas contemporáneos urgentes.
El anuncio Habemus Papam (“tenemos Papa”) es una fórmula en latín usada desde hace siglos para declarar la elección de un nuevo pontífice. La fumata blanca, producto de la quema de papeletas con sustancias químicas especiales, simboliza la decisión unánime de los cardenales.
Con esta elección, se abre un nuevo capítulo en la historia del Vaticano, mientras los ojos del mundo católico y no católico observan con expectativa el perfil, origen y visión del nuevo Papa.
