En la modalidad de singles, Yola Ramírez estuvo cerca de la gloria en Roland Garros, alcanzando la final en 1960 y 1961, dejando claro su nivel de competencia internacional.
Sicom Noticias
A los 90 años, falleció la teziuteca Yolanda del Monte Carmelo Ramírez, considerada la mejor tenista mexicana de todos los tiempos. Su partida, ocurrida el 9 de marzo, deja un vacío en el deporte, pero su legado perdurará en la historia del tenis y en el corazón de todos los mexicanos.
Nacida en Teziutlán, Puebla, el 1 de marzo de 1935, Yola Ramírez fue una de las grandes pioneras en el tenis femenino mexicano y mundial. Con una carrera llena de éxitos, destacó por su habilidad en las canchas y su capacidad para abrir puertas a las mujeres en el deporte. Fue nombrada Jugadora Mexicana del Milenio y es miembro del Salón de la Fama de Wimbledon y del Salón de la Fama de Roland Garros, logros que reflejan su dedicación y talento en el tenis.
Su palmarés incluye ocho campeonatos nacionales de México en la modalidad de sencillos, y en el plano internacional alcanzó la posición número 6 en la clasificación mundial. Uno de sus logros más significativos fue en 1958, cuando se coronó campeona de Roland Garros en dobles, junto a la también mexicana Rosa María Reyes, y en la categoría de mixtos, formando pareja con el británico Billy Knight. Además, llegó a la final de dobles en tres ocasiones más en los torneos más importantes del circuito.
En la modalidad de singles, Yola Ramírez estuvo cerca de la gloria en Roland Garros, alcanzando la final en 1960 y 1961, dejando claro su nivel de competencia internacional.
Su legado también perdura en Teziutlán, su tierra natal, donde el Museo del Deporte Teziuteco lleva su nombre en reconocimiento a su contribución al deporte y a la comunidad. En vida, estuvo presente en la inauguración del museo, donde fue galardonada como una de las teziutecas más distinguidas, un homenaje a su gran trayectoria que puso a Teziutlán en alto.
Con su partida, Yola Ramírez deja una huella imborrable, no solo en el tenis, sino en la historia deportiva de México, siendo un ejemplo de perseverancia y éxito. Su nombre será recordado por siempre como un símbolo de lucha y triunfo, inspirando a futuras generaciones de deportistas, especialmente a las mujeres, a seguir sus pasos.
