Las Naciones Unidas trasladaron temporalmente a parte de sus trabajadores a la localidad costera de Port Sudan donde serán evacuados a países vecinos.
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Tras el inicio de enfrentamientos entre fuerzas sudanesas el pasado 15 de abril, el Secretario General de la ONU, António Guterres, declaró este lunes que la violencia en la nación africana “debe cesar”, ya que se corre el riesgo “de una conflagración catastrófica dentro de Sudán que podría afectar a toda la región e incluso a otras zonas”.
En una sesión del Consejo de Seguridad dedicada al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, condenó enérgicamente el bombardeo indiscriminado de zonas civiles y llamó a las partes enfrentadas a detener las operaciones de combate en zonas densamente pobladas y permitir las operaciones de ayuda humanitaria.
El titular de la ONU indicó que la Organización está reorganizando su presencia en la nación africana y que, por ello, autorizó la reubicación temporal de parte del personal de las Naciones Unidas y de sus familias, tanto dentro como fuera del país.
“Permítanme ser claro: las Naciones Unidas no van a abandonar Sudán. Nuestro compromiso es con el pueblo sudanés, en apoyo de sus deseos de un futuro pacífico y seguro. Estamos con ellos en estos terribles momentos”, declaró.
Las Naciones Unidas trasladaron temporalmente a parte de sus trabajadores a la localidad costera de Port Sudan donde serán evacuados a países vecinos. El personal de la ONU trabajará a distancia, como medida para minimizar los riesgos de seguridad de su personal, sin dejar de prestar asistencia a la población sudanesa.
Un pequeño número de personal contratado internacionalmente, incluido el representante especial del Secretario General, Volker Perthes, permanecerá en Sudán y seguirá trabajando para resolver la crisis actual y reemprender las tareas encomendadas a la ONU.
