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España y Argentina o cómo revivir la final del Mundial de 2019 en los Juegos de Tokio 2020

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El primer enfrentamiento en unos Juegos fue en Atenas 2004, precisamente también en la segunda jornada. Argentina llegaba como subcampeona del mundo y en España, los Júniors de Oro empezaban a ganar peso.

Redacción

La segunda jornada del torneo Olímpico de baloncesto de Tokio 2020 le dará a España y Argentina una oportunidad para la revancha y la memoria. Las dos mejores generaciones de ambos países coincidieron en la cima y dejaron un rastro de enfrentamientos que han ido alimentando esta rivalidad. Desde la agónica semifinal del Mundial de 2006, que se disputó en este mismo Saitama Super Arena, hasta la final del Mundial de 2019, pasando por dos duelos Olímpicos.

España llega de ganar con suficiencia a Japón (88-77) con un buen partido de Ricky Rubio. Argentina, de perder contra Eslovenia (118-100) en el estreno de récord de Luka Doncic. Sensaciones contrapuestas antes del que será tercer duelo Olímpico, el jueves 29 de julio a las 21:00, hora local (14:00, hora española, 9:00, en Buenos Aires).

El primer enfrentamiento en unos Juegos fue en Atenas 2004, precisamente también en la segunda jornada. Argentina llegaba como subcampeona del mundo y en España, los Júniors de Oro empezaban a ganar peso. Aquel día ganó la selección española (87-76), pero el destino sería muy diferente para las dos selecciones.

España caería en cuartos de final contra Estados Unidos, mientras que Argentina haría historia conquistando el cetro que daría nombre a la Generación Dorada. La única selección . El equipo de los Manu Ginóbili, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Carlos Delfino… O Luis Scola, que aún sigue en pie.

El otro encuentro Olímpico fue en Río 2016, donde España volvió a imponerse en la fase de grupos (92-73). En esta ocasión, serían los ibéricos quienes se subirían al podio. En su caso, para recoger el bronce, su tercer metal seguido después de las platas de Pekín 2008 y Londres 2012. Aquellos Juegos serían el adiós de Ginóbili y Nocioni a la selección.

España y Argentina no entraban en las quinielas para el Mundial de 2019 de la República Popular de China, pero con ese espíritu competitivo que ha sido innegociable durante las últimas dos décadas acabaron encontrándose en la final.

“1, 2, 3, ¡Muro!”, gritaba España antes de cada partido y en los tiempos muertos. A falta de grandes referencias anotadoras, el equipo de Sergio Scariolo se consagró al esfuerzo defensivo para marcar diferencias.

En Argentina, Scola era ya el último superviviente de la Generación Dorada, pero su papel era mucho mayor del que cabía esperar a los 39 años. ‘Luifa’, el puente entre dos eras, se cargó el equipo a la espalda para llevarlo hasta una final inesperada.

El partido amaneció entre dentelladas. Primero España, después Argentina, de nuevo España. La una, levantando un muro alrededor de Scola y tratando de dominar en media pista; la otra, mordiendo en la línea exterior para correr a la contra.

Los de Sergio Hernández aguantaron el primer asalto, el segundo, pero no el tercero, donde España impuso un parcial de 12-0 que condenó las opciones de los albicelestes. A pesar del gran partido de Gabriel Deck (24 puntos) y la reacción de Nicolás Laprovittola, la defensa de los españoles sobre Campazzo y Scola impidió que volvieran al partido.

Scola, que tantas veces había hecho sufrir a España, y que sería elegido en el Quinteto Ideal del torneo (17.9 puntos y 8.1 rebotes), no pudo anotar una canasta en juego en la final hasta el minuto 35 de partido.

España acabó imponiéndose con claridad (75-95) liderada por Ricky Rubio (20 puntos), MVP del torneo, y los dos únicos jugadores que repetían del Mundial de 2006, Marc Gasol (14 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias) y Rudy Fernández (11 puntos, 10 rebotes).

Argentina tendrá hoy una oportunidad de pequeña revancha en el Saitama Super Arena, un escenario que inevitablemente despertará recuerdos. Allí, hace 15 años vivieron un duelo inolvidable, un partido que se resolvió por un solo punto y quedó marcado por la lesión de Pau Gasol, que a pesar de fracturarse el pie izquierdo en una acción al poste aguantó unos segundos más sobre la pista para anotar dos tiros libres.

España sellaría la victoria con un rebote que Rudy Fernández descolgó del cielo, y ganaría la final ante Grecia sin su referente para proclamarse por primera vez campeona del mundo. De aquel partido aún habrá cuatro jugadores – Fernández, Scola y los hermanos Gasol – para escribir en Tokio 2020 nu nuevo capítulo capítulo de una de las grandes rivalidades del baloncesto internacional de este siglo.