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Internacional

Es imperativo que la vacuna contra el COVID-19 se considere un bien público global, afirma el Secretario General de la ONU

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En entrevista, planteó también su esperanza en las jóvenes generaciones y reiteró la importancia de la igualdad de género, entre otras prioridades de la sociedad de hoy.

Redacción

En vísperas del inicio del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General, el Secretario General de la ONU habló en una entrevista con Noticias ONU sobre este y otros temas de interés mundial, como la acción contra el cambio climático.

Planteó también su esperanza en las jóvenes generaciones y reiteró la importancia de la igualdad de género, entre otras prioridades de la sociedad de hoy.

La pandemia de COVID-19 ha cimbrado al mundo y ha cambiado muchas cosas. Hemos visto muestras impresionantes de solidaridad, pero aún queda un largo camino por delante. ¿En qué punto diría que estamos ahora mismo?

SG: Estoy muy preocupado. La pandemia ha mostrado la enorme fragilidad del mundo no sólo en relación con el COVID-19, sino con el cambio climático, la falta de regulación del internet y los riesgos de proliferación nuclear, el impacto de la desigualdad y la falta de cohesión de las sociedades.

Lo revelador es cómo un virus microscópico nos ha puesto de rodillas. Esto debería generar mucha humildad y solidaridad en los líderes mundiales para combatir al coronavirus, pero sabemos que no ha habido unidad. Cada país ha adoptado su propia estrategia y estamos viendo el resultado: el virus ha avanzado en todas partes.

En los países en desarrollo la gente está sufriendo mucho por esta falta de solidaridad, lo que tienen un efecto negativo para todos porque si no podemos enfrentar adecuadamente el COVID-19 en esos países, el virus seguirá yendo y viniendo y todos pagaremos un precio muy alto, incluyendo las naciones más ricas del mundo.

¿Qué esperaría que los gobiernos y las sociedades hicieran para superar la emergencia y salir más fortalecidos?

SG: Necesitamos trabajar todos juntos, en cooperación. Es esencial que la vacuna se considere un bien público global, una vacuna de la gente, y que no haya una competencia entre los países tratando de conseguir todas las vacunas que sea posible, olvidándose de los que tienen menos recursos.

Necesitamos una vacuna asequible para todos en todas partes porque sólo estaremos a salvo si todos están a salvo. Pensar que podemos proteger a la gente rica y dejar sufrir a la pobre es un error estúpido.