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Cultura

Entre canciones y poesía recuerdan al etnomusicólogo Eduardo Llerenas en la Sala Manuel M. Ponce

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A lo largo de su trayectoria, se dedicó a la preservación y difusión del patrimonio musical mexicano. Recorrió la República mexicana y otros países guiado por su afán de rescatar los sonidos de los pueblos.

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La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Música y Ópera, realizaron un homenaje al investigador y etnomusicólogo mexicano Eduardo Llerenas, quien fuera un reconocido promotor y difusor de la música popular.

En el homenaje participaron el escritor Herman Bellinghausen, la cantante Soraima Galindo, el investigador Antonio García de León, el etnomusicólogo Daniel Sheehy, quien leyó un poema a la memoria de su gran amigo; el curador Ery Camara, que recordó momentos entrañables al lado de Llerenas mientras grababa música mandinga y él le ayudaba a traducirla; el productor discográfico Nick Gold, con quien Llerenas grabó el mítico disco de Buenavista Social Club, y la intérprete de décimas Evelin Acosta. Como presentadoras estuvieron Yuriria Contreras y Rita Abreu.

A cargo de la música estuvo la agrupación de son huasteco Los Camperos de Valles, con Guadalupe Fajardo como violín y voz invitada, quienes interpretaron varias piezas de “La antología del sol – Los primeros años” como El caimán, La huasanga, La petenera y El fandanguito; el grupo de son jarocho Caña Dulce y Caña Brava, de quienes escuchamos El trompitoLa iguanaLos chiles verdesEl cascabel y El buscapiés y en una grabación desde Santiago de Cuba, el grupo musical Los Guanches presentaron el estreno de la pieza De corazón a corazón, dedicada a la memoria de Eduardo Llerenas. Al finalizar, se unieron ambas agrupaciones, junto con Guadalupe Fajardo y Evelin Acosta para interpretar el afamado huapango El Querreque dedicado a la memoria del investigador.

Visiblemente conmovida al visualizar todo el cariño y la admiración que Eduardo Llerenas despertaba en los presentes, su viuda Mary Farquharson, agradeció a directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, por abrir las puertas de la Sala Manuel M. Ponce, para recordar la vida y legado de su esposo, así como a las demás autoridades del Inbal, al Palacio de Bellas Artes, y para concluir pidió un minuto de silencio en memoria de Eduardo Llerenas.

RESCATE DE LOS SONIDOS DE LOS PUEBLOS

A lo largo de su trayectoria, Eduardo Llerenas se dedicó a la preservación y difusión del patrimonio musical mexicano. Recorrió la República mexicana y otros países guiado por su afán de rescatar los sonidos de los pueblos.

Producto de su trabajo, legó un acervo en el que se encuentran las grabaciones de música tradicional que realizó en distintas comunidades. Junto con su esposa, Mary Farquharson fundó el sello discográfico Corasón, cuyo catálogo cuenta con 90 álbumes. Entre otros registros, están más de 15 mil canciones que grabó en diferentes puntos de México a partir de la década de los setenta. Viajó a Belice, Guatemala, Caribe, África Occidental y Europa del Este, donde recopiló diversos temas populares.

El trabajo de Llerenas le mereció reconocimientos como la nominación a un Grammy, un premio Luna del Auditorio Nacional en la categoría de Mejor Concierto de Música Iberoamericana y en 2016 su acervo recibió la denominación “Memoria del Mundo” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Su legado musical reúne un amplio abanico de expresiones de música popular y poesía lírica mexicana, así como de una diversidad de agrupaciones y dotaciones instrumentales.