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Cultura

Emotivo homenaje a Brahms, a cargo del violinista chino Dan Zhu y del pianista francés Julien Quentin

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En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes ofrecieron tres sonatas para violín y piano completas del compositor alemán al cumplirse 190 años de su nacimiento.

Sicom Noticias

En el marco del Circuito Cervantino en la Ciudad de México, el violinista de origen chino Dan Zhu, acompañado del pianista francés Julien Quentin, unieron sus talentos para ofrecer, el miércoles por la noche en la Sala Manuel M. Poncedel Palacio de Bellas Artes, un programa en homenaje a Johannes Brahms (1833 – 1897), al cumplirse el 190 aniversario del nacimiento del compositor alemán.

Brahms: La voz íntima es el título del programa que reunió las tres sonatas para violín y piano que escribió el compositor alemán en su no muy extensa obra dedicada a la música de cámara, pero que forman parte, sin duda, del repertorio más destacado en la historia de la música escrita para este par de instrumentos.

Así, en una presentación organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) y el 51 Festival Internacional Cervantino, la dupla de virtuosos músicos interpretó en forma majestuosa las obras Sonata núm. 1 en Sol mayor, Op. 78, RegensonateSonata núm. 2 en La mayor, Op. 100Meistersinger; y Sonata núm. 3 en Re menor, Op. 108.

Las sonatas fueron escritas por Brahms durante uno de los periodos más fructífero de su vida, entre 1886 y 1879, cuando dedicó tiempo, en un ambiente alegre y optimista que le rodeaba, a componer música dentro del género camerístico, pero con características casi místicas.

Y ese fue el tono que Dan Zhu y Julien Quentin imprimieron a la sesión, llevando de la mano a un público que, extasiado, guardó respetuosos silencios entre cada movimiento de las tres sonatas, pero que al final de cada uno aplaudió con generosidad y vigor.

Y ahí, en el escenario, ambos músicos aparecieron hombro a hombro, mano a mano, y de violín a piano. La sesión comenzó con la Sonata núm. 1 en Sol mayor, Op. 78, Regensonate, escrita entre 1878 y 1879 en Austria, donde falleció el compositor.

Al sonar las primeras notas, ambos artistas buscaron acoplarse, lo cual no resultó difícil. Una vez en confianza, Dan Zhu cerró los ojos y así, a lo largo de la sesión, dio rienda suelta a su virtuosismo, seguido de cerca por las notas del también virtuoso pianista Julien Quentin, sorprendiendo al público.

Posteriormente, el dueto dio paso a la Sonata núm. 2 en La mayor, Op. 100Meistersinger, de 1886, una pieza que derrochó alegría y optimismo, el cual se hizo extensivo con la tercera obra: Sonata núm. 3 en re menor, Op. 108, con la que ambos ejecutantes parecieron entrar en un tiempo de sublimación, de libertad y regocijo

Dan Zhu y Julien Quentin, ante las ovaciones que ofreció el público una, dos y hasta tres veces, los intérpretes en recompensa dieron tres breves piezas más: dos de Manuel M. Ponce y una de Mario Ruiz Armengol, A mis amigos, ya que en cada país que visitan el violinista y el pianista gustan de interpretar música del lugar en que se encuentren, dijo Dan Zhu.

La sesión se repetirá en el Templo del Señor Santiago Apóstol en Marfil, en la ciudad de Guanajuato, sede del Festival Internacional Cervantino, el viernes 27 de octubre a las 13:30 horas